Los ejecutivos de UBS están analizando reducir las gratificaciones que pagará el grupo en un esfuerzo por recuperar parte de las pérdidas por u$s 2.300 millones vinculadas al escándalo de fraude supuestamente cometido por el operador Kweku Adoboli.

El banco suizo el mes pasado optó por no apoderarse de los bonus devengados, cuando informó sus resultados del tercer trimestre. El enfoque, que significó que 90% de sus ingresos del período fueran apartados para el pago de salarios y gratificaciones, recibió fuertes críticas. Los analistas señalaron que parecía que el banco estaba buscando trasladar el costo del escándalo de fraude a los accionistas, en vez de hacerlo a sus propios empleados.

Pero Sergio Ermotti, el CEO del banco, ahora dijo a Financial Times que no había manera de que los bonus no se vieran afectados por las pérdidas supuestamente ocasionadas por el operador Adoboli en Londres. La decisión podría terminar achicando 10% los premios de fin de año dentro del banco de inversión, según algunas estimaciones.

UBS asegura que Adoboli generó pérdidas por más de u$s 2.000 millones en cuestión de semanas el verano boreal pasado apostando sin autorización a movimientos futuros de varios índices de acciones.

Oswald Grübel fue el máximo responsable de UBS hasta septiembre, cuando renunció al cargo en la cima del escándalo y fue reemplazado por Ermotti provisoriamente.

Ermotti, que fue oficial de banca de inversión en UniCredit y Bank of America Merrill Lynch, fue designado CEO permanente la semana pasada, antes de la presentación de la estrategia del banco en Nueva York.

Ermotti señaló que una opción a ser discutida con el directorio de UBS es recortar la suma total destinada a bonus a fin de año, en vez de recuperar gratificaciones de años anteriores o bajar los premios durante varios años.