Una alta funcionaria de la Casa Blanca condenó el discurso que pronunciará el líder israelí Benjamin Netanyahu ante e Congreso norteamericano la semana próxima, describiéndolo como "destructivo" para las relaciones entre EE.UU. e Israel.
En lo que fue la crítica más fuerte que hizo la Administración Obama a la visita israelí, Susan Rice asesora en seguridad nacional norteamericana, señaló que la alocución de Netanyahu ante el Congreso dañará el apoyo bipartidista que Israel recibe en Estados Unidos.
El discurso ha "inyectado un grado de parcialidad que no sólo es desafortunado, sino que creo que es destructivo para nuestras relaciones" , aseguró en el programa de TV del presentador Charlie Rose, transmitido el martes.
Si bien la relación entre Netanyahu y la Casa Blanca de Obama hace un tiempo que está difícil, los comentarios reflejan el alto nivel de tensión que provoca este discurso.
Frente a una feroz batalla preelectoral en su país a mediados de marzo, el primer ministro israelí hablará el martes en una sesión conjunta del Congreso por el tema Irán. Netanyahu fue invitado por el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner sin consultar a la Casa Blanca.
Netanyahu y los líderes republicanos en el Congreso insisten en que el propósito del discurso es hablar sobre Irán y sobre cuál según el primer ministro israelí es el riesgo de que Estados Unidos llegue a un "mal acuerdo" en relación al programa nuclear de Teherán. El fin de semana, Netanyahu aseguró que usará el viaje para explicar "porqué este acuerdo es peligroso para Israel, para la región y para el mundo entero".
Sin embargo, la invitación recibió críticas tanto por la cercanía de las elecciones en Israel y porque parece que el Congreso le hubiera brindado a Netanyahu una plataforma para criticar abiertamente al presidente Barack Obama sobre un tema que se ha convertido en una de las prioridades centrales de su política exterior. La Casa Blanca dijo que Obama no se reunirá con Netanyahu mientras se encuentre en Washington, porque el evento se produce a muy poco tiempo de las elecciones en Israel.
Rice se unió a una línea de críticos, que no son sólo demócratas, que creen que la maniobra política en torno al discurso probablemente debilite el fuerte respaldo que Israel históricamente recibe de ambos partidos políticos en Estados Unidos.
"Siempre ha sido bipartidista" afirmó Rice refiriéndose a la relación EE.UU-Israel. "Cuando se mezcla con la política, se convierte en un problema", agregó.
La invitación provocó un dilema para algunos demócratas que temen verse obligados a elegir entre apoyar a su presidente y desairar al líder de Israel. Más de veinte aseguraron que no irán a escuchar el discurso.
Dos senadores demócratas con fuertes lazos con Israel, Dianne Feinstein y Dick Durbin, invitaron al líder israelí a una reunión privada con políticos demócratas durante su visita a Washington. Sin embargo, Netanyahu no aceptó diciendo que eso "agravaría las malas interpretaciones del partidismo".
Durbin comentó que el encuentro podría haber "equilibrado la invitación que provocó divisiones políticas" del presidente de la Cámara de Representantes. "Su negativa a reunirse decepciona a quienes hemos apoyado a Israel durante décadas", afirmó.
La visita se produce en un momento en que las negociaciones nucleares con Irán están llegando a una etapa crucial.
