Se espera que los mayores bancos estadounidenses revelen este viernes que los clientes retiraron decenas de miles de millones de dólares en depósitos a principios de 2023, a pesar de que ganaron nuevos clientes tras el colapso de Silicon Valley Bank. Los analistas prevén que los depositantes, en busca de una mayor rentabilidad en alternativas como los fondos de money market,hayanretirado casi u$s 100.000 millones en total de JPMorgan, Bank of America, Citi y Wells Fargo en los tres primeros meses de 2023, según datos recopilados por Bloomberg. De ser cierto, las fugas se habrían producido a pesar de las quiebras de Silicon Valley Bank y Signature Bank en marzo, que provocaron que los clientes trasladaran sus depósitos de los bancos regionales más pequeños a los más grandes. Los depósitos suelen ser la fuente de financiación más barata de los bancos, por lo que su reducción podría limitar la concesión de préstamos. Los grandes bancos no han dejado de perder depósitos en los últimos 12 meses, a medida que la Reserva Federal ha ido subiendo las tasas. "Lo primero, lo segundo y lo tercero a vigilar este trimestre son los depósitos, depósitos, depósitos", señala Jason Goldberg, analista de investigación de Barclays. JPMorgan, Citi y Wells Fargo presentan sus resultados este viernes, seguidos de Bank of America (BofA) el 18 de abril. Goldman Sachs y Morgan Stanley, cuyos negocios se inclinan más hacia la banca de inversión, el trading y la gestión de activos, presentarán sus resultados el 18 y el 19 de abril, respectivamente. Según las estimaciones de Bloomberg, se espera que, de media, los ingresos de los seis grandes bancos estadounidenses en el primer trimestre aumenten algo más del 6% interanual, y que el beneficio por acción crezca algo más del 1%. Los analistas esperan que los ingresos aumenten más en los bancos con grandes operaciones minoristas, es decir, JPMorgan, BofA, Citi y Wells Fargo. Se prevé que la banca de inversión haya sufrido otro trimestre difícil, ya que Wall Street se enfrenta a una prolongada ralentización de los acuerdos que se prevé que afecte más a Goldman y Morgan Stanley. Según los analistas, es probable que los ingresos por operaciones comerciales también disminuyan con respecto al año pasado, pero se mantengan en niveles muy saludables dada la reciente volatilidad de los mercados financieros. Antes de la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature, los depósitos salían del sistema bancario y se dirigían a activos de mayor rentabilidad, como los fondos de money market, porque muchos bancos no repercutían las tasas significativamente más altos a los depositantes. Esto aumentó los márgenes de beneficio del crédito, pero las retiradas presionaron a los bancos para que elevaran sus denominadas "betas de los depósitos", que miden qué proporción de las tasas de interés esperan trasladar los bancos a los clientes. Si las tasas se mantienen altas, los bancos tendrán que conformarse con niveles más bajos de depósitos o empezar a ofrecer a los clientes tasas más altos. "Los márgenes están bajo presión porque las betas de los depósitos se están acelerando", señala Betsy Graseck, analista de investigación de Morgan Stanley. Se espera que la fuga de depósitos de los grandes bancos durante el primer trimestre se haya visto parcialmente compensada por la huida en busca de seguridad de los clientes tras la quiebra de Silicon Valley Bank. Datos recientes de la Fed muestran que desde el 8 de marzo, cuando los temores sobre la viabilidad de Silicon Valley Bank alcanzaron su punto álgido, los 25 mayores bancos estadounidenses habían captado unos u$s 73.000 millones. Los bancos más pequeños -con menos de 85.000 millones- perdieron unos u$s 206.000 millones en el mismo periodo. Algunos clientes creen que los bancos más grandes como JPMorgan, considerados de importancia sistémica para la economía por los reguladores, son custodios más fiables de su dinero, ya que están sujetos a un mayor escrutinio por parte de las autoridades. "¿Adónde han ido a parar los depósitos? Eso es lo primero en lo que se va a centrar todo el mundo", afirma Graseck. Sin embargo, cualquier impulso a los depósitos de los grandes bancos tras las quiebras bancarias del mes pasado podría resultar efímero, a menos que ofrezcan tasas más altas para competir con productos de ahorro rivales como los fondos de money market, que han registrado entradas por más de u$s 350.000 millones en el último mes. Según Scott Siefers, analista bancario de Piper Sandler, los equipos directivos de los bancos no van a pecar de "optimistas y a pensar que todo este dinero va a ser permanente". A la preocupación de los inversores se suma la proporción de depósitos que los bancos invirtieron en valores a más largo plazo, como bonos del Tesoro estadounidense y valores respaldados por hipotecas, cuando las tasas de interés estaban bajas. Esto aumentó los beneficios cuando se hicieron las inversiones, pero estos valores valen ahora menos tras las subas de las tasas. Fue esta estrategia de inversión la que en gran medida provocó la desaparición de Silicon Valley Bank. "Habrá que preguntarse con qué rapidez se reducen esas carteras de valores", indica Chris Kotowski, analista de investigación de Oppenheimer.
Los grandes bancos de EE.UU. esperan una fuga de hasta u$s 100.000 millones