Todo parece tan simple. América latina necesita capital para expandirse y está dispuesta a pagar una prima para lograrlo. Las administradoras de fondos internacionales quieren conseguir los niveles de retornos que las empresas de consumo, recursos o infraestructura de la región pueden generar.

Desafortunadamente, los mercados de capitales locales son todavía muy chicos. En los mercados de acciones, en particular, un incremento en la demanda puede inmediatamente elevar el valor de los activos y entonces la valuación se convierte en un obstáculo.

Tomemos México, un destino favorito para los fondos orientados a Latinoamérica. En una encuesta elaborada por LatAm Confidential, una publicación de investigaciones de FT, 13 de los 24 gestores de fondos de acciones consultados dijeron que estaban sobreinvertidos en acciones aztecas y sólo cinco aseguraron estar subinvertidos. Sin embargo,a 15 pensaban que el mercado mexicano estaba caro.

Lo mismo ocurre en otros lugares, donde los mercados como Chile y Colombia rápidamente se sobrevaluaron. Perú es más barato, pero sólo porque la debilidad de los metales deprimió el valor de las acciones mineras que están sobreponderadas en el índice del mercado.

Las acciones peruanas más populares como las cadenas de venta minorista, que se vieron impulsadas por las tasas de crecimiento superiores 5% del país y por el mercado de consumo en auge, son muy requeridas. InRetail, formado por Supermercados Peruanos, la próspera cadena del magnate de los negocios Carlos Rodríguez Pastor, está cotizando a un múltiplo cercano a 60.

Lo mismo ocurre con otras inversiones latinoamericanas. Por ejemplo, alimentadas por el creciente número de estudiantes de clase obrera, un sistema de préstamos respaldado por el gobierno y los métodos de aprendizajes a distancia más baratos, las compañías de educación privada de Brasil van en contra de la tendencia en el mercado local. Pero últimamente, las acciones de grupos educativo como Kroton y Estácio, están cotizando a múltiplos superiores al promedio y ya se las considera caras.

Parte del problema acá es la liquidez. En muchos mercados chicos, simplemente hay pocas acciones locales lo suficientemente grandes y líquidas para atraer a instituciones internacionales.

Eso ocurre particularmente en Colombia, Chile y Perú, cuyos planes de libre comercio y mercado de acciones integrado en su bloque comercial Alianza del Pacífico con México captaron la atención de los inversores.

Sólo 15 de las 250 acciones cotizantes de Perú se negocian regularmente y sólo un puñado tiene suficiente volumen para absorber el tipo de compromisos que buscan las instituciones internacionales.

Aún en los mercados grandes, puede ser difícil obtener acceso a ciertos sectores.

En el sur de la región, que es rico en tierras y agua, la agricultura es atractiva para los inversores internacionales, especialmente con la creciente demanda de soja y carne proveniente de China. Pero escasean la acciones cotizantes. Una excepción es la uruguaya Union Agriculture Group, que debutó en la Bolsa este año en el diminuto mercado de Montevideo de la mano de Juan Sartori, un joven empresario local.

Sartori, cuyo primer emprendimiento fue un cultivo de arándanos, ahora tiene su propio imperio que va desde soja y arroz en Uruguay hasta plantas de hidroelectricidad y petróleo en Perú. Sus inversores internacionales lo ayudaron a darle forma a sus planes en Uruguay. "Sentían frustración al ver lo difícil que era invertir en tierra y agricultura", contó.

Si aumentaran la cantidad de acciones y la liquidez de las cotizante, los mercados serían más estables y los precios, menos volátiles. También serviría facilitar el procedimiento para que las pequeñas y medianas empresas salgan a Bolsa; y reformar los fondos de pensión.

Desde que Chile comenzó su revolucionaria reforma de fondos de pensión en los ochenta, Colombia, Perú, México y otros países construyeron sistemas de fondos privados considerables. Para fines de septiembre, los fondos disponibles para administradoras de esos países superaron los u$s 400.000 millones.

Las reformas que incluyen más trabajadores en el sistema y relaja las normas para que las administradoras tengan más libertad para invertir en el extranjero, también harán en el futuro una gran diferencia.