Empresas chinas han construido o gestionan 31 puertos activos en América Latina y el Caribe, muchos más de los que se pensaba anteriormente, según una investigación de un centro de estudios con sede en Washington. Estados Unidos ha manifestado una creciente preocupación por las implicancias para su seguridad nacional que representa el control de Beijing sobre infraestructuras críticas en América Latina, ya que, durante las últimas dos décadas, grupos chinos han adquirido empresas de energía, minas, redes de telecomunicaciones y puertos. Una investigación del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), compartida con el Financial Times antes de su publicación, detectó la participación china en más del doble de puertos en la región -desde México hasta Chile- de lo que habían informado previamente los investigadores estadounidenses. El recuento del CSIS incluyó siete puertos activos operados por CK Hutchison, de Hong Kong. También identificó que otros cuatro proyectos portuarios con participación china fueron cancelados y dos más están actualmente inactivos. El gobierno de Donald Trump fue particularmente enfático respecto a los riesgos que, según sostiene, representa el control chino de los puertos ubicados en ambos extremos del Canal de Panamá. Posteriormente, CK Hutchison accedió a vender sus operaciones portuarias globales a filiales de la gigante estadounidense BlackRock y la Mediterranean Shipping Company, con sede en Ginebra. Sin embargo, el CSIS señaló que su investigación halló que los puertos en Jamaica y México representan un mayor riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, al analizar métricas como el volumen de comercio estadounidense que los utiliza, la actividad naval estadounidense y su proximidad a instalaciones militares estadounidenses o puntos estratégicos. "El puerto más riesgoso del hemisferio occidental es Kingston, Jamaica", señaló Henry Ziemer, del CSIS y líder de la investigación. "Mueve una enorme cantidad de comercio, está ubicado en un país aliado estratégico de EE. UU. y está controlado por China Merchants Port, un grupo estatal". El CSIS evaluó que los puertos mexicanos de Manzanillo y Veracruz, ambos gestionados por CK Hutchison, son los siguientes más riesgosos para la seguridad estadounidense. "Estados Unidos depende en gran medida del comercio con estos puertos", explicó Ziemer. "Si se interrumpiera Manzanillo, el costo para la economía estadounidense sería de 134 millones de dólares al día, y en el caso de Veracruz, 63 millones al día". Las preocupaciones se centran en la capacidad de China para usar instalaciones portuarias con el fin de interrumpir el comercio estadounidense, denegar el acceso a buques de guerra en caso de conflicto entre Washington y Beijing, o reabastecer a sus propios buques. La investigación evaluó el grado de exposición del comercio y los intereses de seguridad de EE.UU. en cada puerto, así como el nivel de influencia china. Evan Ellis, profesor de investigación sobre América Latina en el Colegio de Guerra del Ejército de EE. UU., señaló que, si bien cada empresa portuaria china tiene un motivo comercial para su participación, la Marina del Ejército Popular de Liberación "ve en esto una ventaja estratégica". "Aquí hay una estrategia más amplia", agregó. "Un Estado chino fuerte y poderoso busca seguridad alimentaria y energética. Desde la perspectiva del EPL, si alguna vez tenemos que librar una guerra contra EE.UU., queremos acceso a estos puertos". China ha rechazado las afirmaciones estadounidenses de que las operaciones de CK Hutchison en el Canal de Panamá otorgan a ese país una influencia que podría socavar la seguridad de EE.UU. Su Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó en abril que Washington está "esparciendo rumores y generando problemas" para buscar una excusa e "intentar controlar el canal". Laura Richardson, ex jefa del Comando Sur de EE. UU. -responsable de las operaciones militares estadounidenses en Centro y Sudamérica-, declaró al FT el año pasado que el nuevo megaproyecto portuario de Chancay, Perú, construido por China por 1.300 millones de dólares, podría ser utilizado por la marina china. Los proyectos portuarios chinos "simplemente coinciden" con ubicaciones estratégicas y rutas comerciales, indicó Richardson. "Hay que preguntarse: ‘¿Por qué tanto interés en invertir en este tipo de cosas?'". Ellis y Ziemer destacaron que Beijing manifestó su enojo por la venta propuesta por CK Hutchison de sus intereses portuarios globales a BlackRock y MSC, argumentando cuestiones de seguridad nacional. Un periódico respaldado por Beijing en Hong Kong, Ta Kung Pao, acusó a CK Hutchison de "sumisión servil" y afirmó que la venta de sus puertos "traicionó y vendió a todo el pueblo chino". El regulador antimonopolio chino ordenó una revisión de la transacción. "Las propias palabras de China sobre el acuerdo con Hutchison demuestran la importancia que le otorgan al control de los puertos", dijo Ziemer. "Los puertos también ofrecen a Beijing una enorme cantidad de información sobre el movimiento de cargas".