Los grupos de private equity y capital de riesgo en los últimos dos años redujeron en 70% su recaudación de fondos para Brasil. Eso se debe a que las peores perspectivas económicas del país alejan a las firmas más grandes como la londinense 3i.

En 2013 se recaudaron cerca de u$s 2.300 millones para invertir en Brasil, cifra menor a los u$s 3.600 millones en 2012 y u$s 8.100 millones de 2011, según datos publicados por Latin American Private Equity and Venture Capital Association (Lavca).

La participación de Brasil en la recaudación de fondos total de la región también disminuyó porque los inversores están mirando hacia México, Colombia y Perú en busca de mejores retornos. El año pasado, Brasil representó el 42% de los u$s 5.500 millones recaudados para inversiones en América latina, comparado con el 65% en 2012 y 79% en 2011.

En los últimos 18 a 24 meses hemos visto un significativo incremento en el interés de los inversores por las oportunidades en América latina menos Brasil, comentó Cate Ambrose, presidente de Lavca.

Después de seducir a los inversores con un crecimiento de 7,5% en 2010, la economía de Brasil, impulsada por el consumo, rápidamente perdió ritmo; datos del Banco Central de la semana pasada señalan que el país podría haber entrado en una recesión técnica en el cuarto trimestre del año pasado. Brasil también es uno de los mercados emergentes que más sufrió con la decisión de la Reserva Federal estadounidense de reducir su programa de compra de bonos.

El mes pasado, 3i anunció que abandonó la idea de crear un importante fondo de inversión en Brasil, y atribuyó la medida al deterioro del escenario macroeconómico del país y a la incertidumbre con vista a las elecciones presidenciales de octubre. El valor de dos inversiones de 3i en el país cayó más de 20% como resultado de la abrupta depreciación de la moneda brasileña.

Otras siete firmas grandes, incluyendo la local Gávea y las norteamericanas Advent y Carlyle, tampoco recurrieron al mercado desde que recaudaron u$s 11.000 millones para fondos regionales y locales en 2010 y 2011. Sin embargo, Ambrose comentó que es demasiado temprano para suponer que esas firmas no volverán a recaudar fondos este año y ayudar a revertir la reciente tendencia de la región. El interés por los fondos mid-market (destinados principalmente a la inversión en pequeñas y medianas empresas) en Brasil también se mantiene sólido; y el tamaño de la economía interna y el régimen de regulaciones implican que aún es uno de los lugares más fáciles de invertir, aseguró. Las firmas de private equity y capital de riesgo invirtieron cerca de u$s 6.000 millones en el país el año pasado, más que los u$s 5.700 millones de 2012.