
La política de precios que aplica Petrobras para el combustible amenaza con poner un freno a la industria aerocomercial brasileña, el tercer mercado de cabotaje más grande del mundo y propulsor clave del crecimiento del país, advierten las asociaciones del sector.
Brasil ahora tiene el segundo combustible para aerolíneas más caro del mundo después de Malawi en frica, lo que hace imposible a las líneas aéreas reducir los precios de sus pasajes en este momento que la economía se desacelera, explicó Eduardo Sanovicz, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas Brasileñas ABEAR.
"Esta es una barrera fundamental que impide a la aviación brasileña elevar el número de pasajeros de los actuales 111 millones", aseguró Sanovicz, agregando que el combustible representa el 40% de los costos operativos de las líneas aéreas del país comparado con el promedio global algo superior a 30%.
Si bien los impuestos y las fluctuaciones cambiarias también influyen, el combustible para aviones es muy caro en Brasil porque la petrolera estatal Petrobras todavía cobra una fuerte "tarifa de importación" aunque más del 75% del combustible actualmente se refina en Brasil, agregó Sanovicz.
"La estructura de precios en Brasil se fija como si 100% del combustible fuera importado y eso suma gastos artificiales al costo del combustible, como un costo de transporte imaginario desde Texas a Brasil", comentó Hemant Mistry, director de la Asociación Internacional de Transporte ereo (IATA).
Los allegados a la industria sospechan que Petrobras se niega a actualizar su fórmula para fijar precios del combustible para aviones porque su división de refinería todavía tiene enormes problemas financieros desde que el gobierno la obliga a financiar los subsidios a la nafta y gasoil para automóviles.
Los subsidios, una medida artificial para contener la inflación en el país, significaron para la división de refinería de Petrobras un costo cercano a u$s 6.000 millones en el primer semestre de este año, y también son considerados la causa de las quiebras en la industria del etanol como combustible, que no está pudiendo competir.
En Petrobras, que tiene el casi monopolio del mercado, dicen que la fórmula que fija el precio del combustible para aviones "se basa en parámetros del mercado internacional con oscilaciones hacia arriba o hacia abajo" El cálculo detrás de la fórmula no fue dado a conocer, lo que en si mismo es una "gran preocupación", según la IATA.
Entre 2002 y el año pasado, la cantidad de pasajeros del transporte aéreo en Brasil se triplicó debido a que los mayores ingresos permitieron que una nueva clase media reemplace micros de larga distancia por el avión.
Sin embargo, con la desaceleración de la economía, la industria aerocomercial enfrenta un futuro desalentador si no puede superar las limitaciones estructurales, afirmó Sanovicz.
Además del alto precio del combustible, las cuestiones regulatorias como un tope de 20% en la inversión extranjera que puede recibir el sector también son muy criticadas en el sector.
Cristiane Spercel, analista de la agencia calificadora de riesgo Moodys, afirmó que las mismas aerolíneas también se expandieron demasiado rápido cuando los tiempos eran buenos.
"Hasta 2012, vimos un incremento en su capacidad que era un poco irracional. Todas estaban tratando de obtener rutas nuevas sin estar en condiciones de convertir eso en ganancias en el corto plazo," explicó.











