Los jueces progresistas de la Corte Suprema de Estados Unidos argumentaron que algunas partes de la reforma del sistema de Salud del presidente Barack Obama deberían mantenerse, incluso si sus contrapartes conservadores dictaminan que el mandato que obliga a comprar un seguro debe ser derogado.

La Corte concluyó tres días de argumentos enfocando el debate en cuánto de la reforma podría sobrevivir si se elimina la exigencia de que todos los ciudadanos adquieran seguros de salud. El mandato pretendía sumar cerca de 30 millones de nuevos clientes a las aseguradoras, las que, a cambio, no podrían rechazar a personas con preexistencias o cobrarles precios excesivos.

La jueza Elena Kagan, que fue designada por Obama, dijo que mantener una parte de la ley era un ejemplo de esos casos en los que la mitad de un pan es mejor que nada de pan, destacando que eso se ha aplicado en algunos estados con resultados exitosos.

Por otra parte, la jueza Sonia Sotomayor, también nombrada por Obama, aseguró que algunas estipulaciones de la ley podrían ser efectivas incluso si la Corte decidiera anular el mandato.

Quienes se oponen a la ley quieren que se derogue y se entregue al Congreso una hoja en blanco para encontrar una solución al problema de los no asegurados. Paul Clement, el abogado que representa a los querellantes, dijo que remover el mandato individual deja a la ley como una cáscara vacía.