
Oleg Deripaska, uno de los hombres más ricos del mundo, es acusado de intentar reescribir la historia en el marco de un enorme juicio que le inició otro poderoso empresario y se encuentra abierto en el Alto Tribunal de Londres.
El juicio, en el que se mencionan el crimen organizado y chantaje, acaba de comenzar y tendrá gran influencia en en la carrera del multimillonario del aluminio con orígenes humildes que se convirtió en uno de los hombres más ricos de Rusia y en socio del presidente Vladimir Putin.
Deripaska adquirió importancia en el Reino Unido en 2008 cuando recibió en su yate a George Osborne, ahora ministro de Finanzas, y a su par de la cartera laboral Lord Mandelson a orillas de la isla de Corfú, en Grecia.
El juicio fue iniciado por Michael Cherney, que dice que fue socio de Deripaska y le ayudó a construir su imperio de aluminio en Rusia, ahora llamado Rusal.
En los escritos iniciales, Cherney asegura que Deripaska está diciendo mentiras a gran escala y que ha construido una defensa falaz con la esperanza de evitar cumplir con sus obligaciones hacia Cherney.
El enfrentamiento se centra en dos documentos que supuestamente fueron redactados en una reunión que ambos hombres mantuvieron en el hotel Lanesborough en Londres. Cherney asegura que en marzo de 2001 Deripaska acordó pagarle u$s 250 millones más el valor de sus acciones en lo que más tarde se convertiría en Rusal. Y afirma que nunca recibió los títulos.
Deripaska contó que fue obligado a pagar dinero a Cherney y sus socios a cambio de krysha o protección.
El caso judicial es uno de tantos que involucran a los empresarios rusos que están llevando sus disputas ante el Alto Tribunal de Londres en vez de buscar resolverlas en Rusia.











