

Oficialmente, todos lo niegan. Pero los cuatro principales pre-candidatos a la presidencia de Brasil para las elecciones de 2014 actúan en ritmo de campaña por el país. Integrantes de los grupos políticos de Aécio Neves, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Eduardo Campos (Partido Socialista Brasileño, aliado del gobierno) y Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que luego rompió con el Partidos de los Trabajadores (PT), acusan a la presidenta Dilma Rousseff, del PT, de anticipar la disputa y utilizar la máquina pública federal, aunque también estén recorriendo el territorio nacional para articular apoyos en los medios políticos y empresariales.
Esos movimientos no tienden a menguar de aquí en adelante, lo cual, de acuerdo a la evaluación del sociólogo David Fleischer, de la Universidad de Brasilia (UnB), es una consecuencia de la legislación electoral. Para Fleischer, no hay señales de que esas campañas preliminares estén paralizando al gobierno o sus trabajos en el Congreso.
Es algo natural, porque la campaña electoral en Brasil es muy regulada. La ley dice que cualquier cosa antes del 5 de junio de 2014 es campaña anticipada, argumentó el profesor. En 2009, la campaña también comenzó temprano.
En los últimos meses, Dilma reforzó su agenda de viajes nacionales. La región nordeste, donde el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, tienen concentrada su fuerza política, se tornó un destino más común de la presidenta.
Rousseff también se aproximó más a su antecesor y mentor político, Lula, en una estrategia justificada con datos recogidos en sondeos realizados con electores. Ambos están en el imaginario popular como una identidad única y de continuidad, según los petistas.
Pero Dilma no apuesta solamente en el tiempo de la TV. La presidenta y su grupo de auxiliares más próximos creen que la candidatura petista tendrá actos importantes en los mayores colegios electorales del país.
Autoridades del gobierno estiman que la candidata realizará importantes actos en San Pablo, Rio de Janeiro, Minas Gerais, Bahía, Rio Grande do Sul y Paraná. Los dirigentes del PT apuestan a la división del PSB, lo que podría rendir a la presidenta el apoyo del grupo político del gobernador de Ceará, Cid Gomes. Además, creen que el senador Neves y el PSB pelearán por la fidelidad del intendente de Belo Horizonte, Márcio Lacerda (PSB).
"Existe una preocupación en el PSDB para armar actos en todos los estados", reconoció un líder de esa agrupación. "Pero la situación será mejor que en 2010. Realizaremos una campaña con más entusiasmo por un cambio, que la de 2010", analizó.
Neves circulará en los estados del nordeste, después de atender a los pedidos de correligionarios del interior de San Pablo. Legisladores de Jundiaí, Baruari y Ribeirao Preto pidieron la presencia de Neves en sus ciudades, iniciativas que convergen con la necesidad del senador de Minas Gerais de reducir las resistencias contra su nombre en el PSDB paulista. "Ahora, Aécio va a caminar más", afirmó el líder de ese partido. "Después de la formación de la mesa Ejecutiva Nacional, podrá actuar con más claridad, de manera más abierta".
Con respecto a Eduardo Campos, más conocido en el nordeste, realiza un periplo por las regiones sur y sudeste para entrar en contacto con políticos, empresarios e integrantes del sector académico. "Hay mucha gente que quiere conocerlo y conocer lo que hace en Pernambuco", dijo el líder del PSB en la Cámara de Diputados, Beto Albuquerque, de Rio Grande do Sul. Campos estuvo en Santos (San Pablo) el viernes, donde conversó con intendentes paulistas. El sábado, cumplió un compromiso en Rio de Janeiro, y el martes participará de reuniones en Rio Grande do Sul. Tiene previsto visitar Bahía y Sergipe en los próximos días.
Marina Silva, a su vez, busca viabilizar la creación de su nuevo partido, bautizado Red, aprovechando para pasar su mensaje acerca de la necesidad de que existan alternativas a las formas "convencionales" de hacer política. "La eventual candidatura de Marina no está puesta. Hoy, no es candidata", dijo el ex secretario ejecutivo del ministerio de Medio Ambiente Joao Paulo Capobianco, aliado de la ex ministra.










