

Kevin McCarty, presidente de la Asociación Nacional de Comisionados de Seguros (NAIC, por sus siglas en inglés), advirtió que consideraba un poco tonto de parte de sus pares en Bruselas tratar de influir en la política de EE.UU. a través de la normativa de seguros. La NAIC es la organización de apoyo normativo y regulatorio dirigida por los reguladores de los Estados Unidos. Según McCarthy, él y sus colegas están muy dudosos de varios aspectos de Solvencia II, el paquete de normas con el cual la Unión Europea (UE) busca rearmar el marco regulatorio de la industria.
Los comentarios de McCarty llegan en un momento crucial para las aseguradoras europeas que operan en el país del norte, y que representa el mercado de seguros más grande del mundo. Los players europeos temen que las normas actuales le harían a ellos imposible competir en los Estados Unidos. Un ejemplo es Prudential.
Tidjane Thiam, director Ejecutivo del grupo asegurador británico, advirtió que hay un riesgo de que su subsidiaria estadounidense -Jackson National Life- no sea capaz de vender ni siquiera un producto a futuro.
En tanto, funcionarios de la UE están por decidir qué países entran en la consideración de tener un sistema de regulación equivalente a Solvencia II, que entrará en vigor a principios de 2014. En aquellos mercados que no lo sean, las empresas de seguros europeas deberán cumplir tanto con la normativa local como con la exigida por Solvencia II. Y si bien los ejecutivos se muestran relativamente despreocupados acerca de cómo otros mercados importantes, como las Bermudas, Suiza y Japón serán tratados al respecto, están profundamente consternados por el caso de los EE.UU..
Sin faltarle el respeto
No obstante, funcionarios de la UE siguen manteniendo la esperanza de que los reguladores de ese país finalmente hagan cambios en su marco local para que el país pueda ser considerado equivalente. Pero, ante el Financial Times (FT), McCarty indicó: Yo no quiero dar a entender que no tengamos nada que aprender de este proceso. Pero tampoco creo que Europa sea necesariamente el único lugar donde uno puede aprender algo al respecto. Sin querer faltarle el respeto a la UE, pero es interesante de que quieran compararnos con un sistema (Solvencia II) que todavía ni siquiera está activo o existe como tal. Todavía no es más que un sistema teórico, que sin embargo ya se compara contra uno, cuya validez fue probado durante décadas. Y agregó: Es un poco tonto considerar eso siquiera como un proceso de equivalencia. El comisionado agregó que sus pares estadounidenses estarán totalmente dispuestos a trabajar con Bruselas para desarrollar una base de comprensión mutua y cooperación al respecto. Sin embargo, la Comisión Europea indicó en un comunicado publicado la semana pasada que estaba dispuesta a ir más allá de esto y estaba buscando con los EE.UU. una base para futuros debates sobre la equivalencia de terceros países.
El Gobierno europeo se mostró esperanzado de ser capaz de abordar la cuestión de equivalencia de una manera constructiva y oportuna, indicó.
Posturas contradictorias
Comentando una reciente reunión entre reguladores de los Estados Unidos y la Unión Europea, McCarty indicó ante el FT: Cuando empezaron a decir, 'Bajo Solvencia II, su sistema haría. . . , simplemente, dije: 'Me gustaría recordarles a mis estimados colegas de Europa que no tenemos ninguna intención de realizar un chequeo sobre lo que ellos consideren qué habría que hacer.
Las posturas contradictorias de los funcionarios de Bruselas y los EE.UU. sobre el futuro de la regulación de seguros contrastan con los signos de avance hacia una mayor integración en otras partes de los servicios financieros. La semana pasada se supo que los reguladores estadounidenses estaban explorando maneras de dar a los grandes bancos extranjeros y subsidiarias foráneas de prestamistas estadounidenses un respiro contra las nuevas y estrictas normas que rigen los negocios con derivados.
Cabe recordar que el sistema que regula la industria del seguro en los EE.UU. se basa en una fuerte participación estatal y data del siglo XIX.










