Decidida a implementar hasta mediados de 2012 un sistema de monitoreo en tiempo real de los principales proyectos del gobierno, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decidió crear un grupo de trabajo para desarrollar un programa de computación que llegó a clasificar como revolucionario.

La Casa Civil (Jefatura de Gabinete) realizó algunas pruebas del sistema que, se prevé, será la principal herramienta de la ministra de esa cartera, Gleisi Hoffmann y de la propia mandataria para controlar en tiempo real el curso de las acciones prioritarias del Ejecutivo.

El aplicativo no será sólo un banco de datos permanentemente actualizado. Contendrá imágenes transmitidas en vivo por cámaras de video instaladas en las obras de los emprendimientos más estratégicos.

El tema se trata constantemente en los diálogos de la presidenta con sus interlocutores y se anunció en la reunión ministerial realizada a inicios del año.

La semana pasada, en una nueva señal de que pretende imprimir una mejora en la gestión pública como una de las principales marcas de su administración, Rousseff también detalló la idea a los líderes y dirigentes de los partidos que integran la coalición de gobierno.

El Palacio do Planalto estudia además si el grupo de trabajo continuará actuando informalmente o se oficializará su creación a través de un decreto u ordenanza. El secretario ejecutivo del ministerio de Previsión Social, Carlos Eduardo Gabas, coordina el equipo, que integran también representantes de la Casa Civil, la Secretaría de Logística y Tecnología de Información del ministerio de Planificación, el Servicio Federal de Procesamiento de Datos y la Empresa de Tecnología e Informaciones de Previsión Social. El Serpro está vinculado al ministerio de Hacienda, y Dataprev a la cartera de Previsión Social.

Otro integrante del grupo de trabajo es Claudio Gastal, secretario ejecutivo de la Cámara de Gestión creada por Rousseff y presidida por el empresario Jorge Gerdau.

La presidenta eligió a Gabas a dedo después de que el secretario ejecutivo del ministerio de Previsión Social le presentara un sistema de monitoreo on-line desarrollado por la cartera. Una exposición similar había sido presentada al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero Dilma ya había dejado el gobierno anterior y estaba abocada a la campaña presidencial.

En esa época, Gabas ocupaba la jefatura del ministerio de Previsión Social en sustitución de José Pimentel, que dejó el cargo para competir a una banca del Senado. Dilma había escuchado que Lula consideraba el aplicativo una innovación elogiable. Empleado de carrera del Instituto Nacional de Seguro Social (INSS), Gabas tiene una pos-graduación en gestión de sistemas de seguridad social y cursó una especialización en gestión de calidad con foco en la atención del servicio público.

En 2003, junto a algunos colaboradores Gabas decidió mejorar el sistema de gestión de la atención en el INSS con el uso de software libre y empleados de la propia área -es decir sin necesidad de inversiones que pesasen sobre el presupuesto-.

En un desdoblamiento de esa iniciativa, el concepto de sala de situación que encantó a Dilma comenzó a diseñarse cerca de tres años después. Se trata de un programa de intranet de Planificación alimentado automáticamente en función de la atención de los beneficiarios y del curso de los procesos en las 1.257 agencias del INSS en todo el país. El sistema demuestra la evolución de los indicadores relativos a todas las metas acordadas entre el comando del INSS y sus subordinados.

Las cien gerencias, cinco superintendencias regionales, la cúpula del INSS y de Previsión Social pueden saber exactamente si las metas establecidas para cada uno de los procedimientos no se están cumpliendo y el motivo para que eso suceda.

De esa forma, se puede saber en qué agencia del INSS está la fila que influencia negativamente el promedio nacional de tiempo de espera para la atención y los números de los procesos que obstaculizan el desempeño de determinada superintendencia regional.

Es eso exactamente lo que busca la presidenta. Su idea es que cada ministerio tenga un aplicativo similar que se comunique con las salas de situación que se instalarán en la Casa Civil y en su propio gabinete. Así, Dilma y Hoffmann, la ministra elegida para fiscalizar la ejecución de los proyectos de gobierno, podrán acompañar en tiempo real el curso de esas acciones.