La ciudad europea que tiene el vino bebible más antiguo del mundo: ¿se puede reservar una cata?
El lugar también resguarda barricas de los siglos XVI, XVIII y XIX, algunas con capacidades de hasta 26.000 litros.
En Europa, existe una ciudad que alberga un vino cargado de una historia inigualable. Este tesoro enológico ha despertado la curiosidad de expertos y amantes del vino, convirtiéndose en una atracción singular dentro del mundo vitivinícola. Más allá de su antigüedad, su conservación ha sido un desafío a lo largo de los siglos y aún hoy es un símbolo de la tradición vinícola de la región.
Muchos visitantes llegan hasta este lugar con la intención de conocer más sobre su historia y, por supuesto, con la duda de si es posible degustarlo. La respuesta a esta incógnita, así como el recorrido por la bodega que lo resguarda, revelan detalles fascinantes sobre el proceso de conservación de un vino único en el mundo.
El vino más antiguo del mundo se encuentra en Estrasburgo
La historia de este vino está estrechamente ligada a la tradición hospitalaria de Estrasburgo. En la Edad Media, era común que los hospitales recibieran terrenos de viñedos como pago por la atención médica. Los Hospices Civils, fundados en 1395, continuaron esta costumbre, convirtiéndose en un punto clave para la producción y conservación de vinos en la región.
Durante más de 550 años, el vino ha sido almacenado en un entorno único, rodeado de barricas que datan de los siglos XVI, XVIII y XIX. En este espacio, aun en uso, se elaboran vinos alsacianos con métodos tradicionales, envejeciéndolos en roble del siglo XVIII.
La bodega, además de ser un testimonio vivo de la historia, conserva vestigios de épocas turbulentas, como los túneles subterráneos construidos durante la Primera Guerra Mundial.
¿Se puede reservar una cata de este vino antiguo?
Aunque su existencia es motivo de fascinación, el vino de 1472 no está disponible para catas. Solo ha sido probado en tres ocasiones en los últimos tres siglos: en 1576, cuando Estrasburgo selló una alianza con Zúrich; en 1718, con la inauguración del primer hospital público de la ciudad; y en 1944, tras la liberación de Estrasburgo durante la Segunda Guerra Mundial.
En cada una de estas ocasiones, se destacó su complejidad y el proceso de evolución que ha experimentado a lo largo de los siglos.
A pesar de no poder degustarlo, la bodega de los Hospices Civils ofrece una experiencia inmersiva para quienes buscan conocer la historia del vino en la región. Durante la visita, es posible explorar su impresionante colección de barricas, algunas con capacidades sorprendentes, y descubrir cómo se siguen produciendo vinos en este enclave histórico.
Entre las variedades disponibles se encuentran el Riesling seco, el Moscatel dulce y un Pinot Noir ligero, todos disponibles para la compra en la tienda de la bodega.