

La frase utilizada por el secretario general del PP, Miguel Tellado, en un acto celebrado en Pamplona -"aquí podemos empezar a cavar la fosa donde reposarán los restos de un Gobierno que nunca debió haber existido en nuestro país"- desató una inmediata tormenta política.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó al dirigente popular de apelar a la violencia y de cuestionar la democracia, mientras varios ministros reclamaron su dimisión inmediata.
Para Sánchez, las palabras de Tellado constituyen "un insulto a los miles de españoles cuyos familiares yacieron o yacen aún en una fosa" y suponen "una apelación encubierta a la violencia" así como "una prueba más de que el PP se ha rendido al odio de la ultraderecha".

El jefe del Ejecutivo advirtió además de que expresiones de ese calibre no aportan "nada positivo" al debate democrático en España.
¿Cómo reaccionaron los ministros ante las declaraciones de Tellado?
Las críticas del presidente fueron seguidas por un coro de reproches desde las filas del Gobierno. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aseguró que el PP "vuelve a señalar la democracia y llamar a la violencia" y subrayó que Tellado debe dimitir de manera inmediata.
Recordó, además, que "cientos de miles de españoles y españolas siguen en fosas comunes" tras haber sido asesinados por la "derecha golpista".
En la misma línea, el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, sostuvo que las palabras del secretario general popular son "intolerables, premeditadas para hacer daño" y revelan una "absoluta falta de respeto a las víctimas".
También exigió su dimisión el titular de Cultura, Ernest Urtasun, al considerar que se trata de "una incitación al odio y a la violencia inaceptables en democracia".

A las voces se sumaron la ministra de Educación, Pilar Alegría, quien acusó al PP de "cruzar líneas rojas" y de "pisotear la memoria", y el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, que calificó la frase de "vergüenza" y "falta de respeto a las víctimas de la dictadura".
Diana Morant, de Ciencia, señaló que "generar odio no es ser oposición" y pidió al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que obligue a Tellado a rectificar.
Mónica García, ministra de Sanidad, resumió la indignación al acusar al PP de "competir con Abascal para ver quién suelta el eructo ultra más nauseabundo".
¿Qué impacto político puede tener esta polémica?
El episodio llega en un inicio de curso político marcado por la crispación entre Gobierno y oposición.

Para el Ejecutivo, la declaración de Tellado consolida la estrategia del PP de acercarse a posiciones cada vez más radicales, con un discurso que, según los ministros, "normaliza el odio" y "banaliza la violencia política".
El Partido Popular, por su parte, no ha rectificado públicamente las palabras de su número dos, aunque el debate ya se trasladó a la opinión pública y al propio Congreso, donde la oposición y el oficialismo se medirán en un clima que amenaza con tensionar aún más la vida política española.
La frase del dirigente gallego se convierte así en un nuevo frente de confrontación y abre interrogantes sobre si Feijóo intervendrá para contener las críticas o, por el contrario, optará por reforzar la línea dura contra el Gobierno de Sánchez.












