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La automotriz japonesa Nissan anunció una reestructuración profunda en su sistema productivo, con el cierre progresivo de plantas históricas que marcaron su desarrollo durante décadas. El punto más simbólico es la decisión de cesar la producción de vehículos ligeros en la planta de Oppama, en la prefectura de Kanagawa, a partir de marzo de 2028.

Esta fábrica, inaugurada en 1961, fue clave para el crecimiento industrial del país y produjo más de 17,8 millones de unidades. El cierre de Oppama no será aislado. La compañía también comunicó que cerrará su planta Nissan Shatai Shonan en marzo de 2026, especializada en vehículos comerciales ligeros.

Ambas decisiones forman parte del plan global de transformación Re:Nissan, con el que la firma busca mejorar su competitividad, adaptarse a un mercado cambiante y enfrentar la caída de ventas en mercados clavecomo Estados Unidos y China.

"Estamos enfrentando una realidad en la que la rentabilidad y los costos exigen un rediseño profundo de nuestra capacidad productiva", afirmó Iván Espinosa, CEO de Nissan.

Pero no todo son malas noticias. Mientras Nissan atraviesa esta reestructuración también se consolidó como una de las tres marcas que más crecieron en España durante 2024. Con un aumento del 27% en ventas de turismos y crossovers, alcanzo un total de 34.690 unidades.

Reestructuración global: menos plantas y más eficiencia

Con el objetivo de recuperar su solidez financiera, Nissan reducirá su capacidad global de producción de 3,5 millones a 2,5 millones de vehículos anuales, y pasará de 17 a 10 plantas de fabricación a nivel mundial.

El traslado de las operaciones de Oppama a la planta de Nissan Kyushu, ubicada en la prefectura de Fukuoka, permitirá aprovechar mejor la capacidad instalada, con una proyección de uso cercano al 100%, frente al 60% actual promedio.

"Apostamos por una producción más concentrada, más eficiente, y alineada con las exigencias del mercado actual", explicó Espinosa. En este contexto, la producción de la Nissan NV200 finalizará en el ejercicio fiscal 2026, con vistas a lanzar una nueva versión en 2027.

El cierre de estas plantas marca un punto de inflexión para Nissan, que busca reforzar su posición financiera global. "Reestructurarse no es solo una opción: es una necesidad para sobrevivir en un mercado donde la innovación y la rentabilidad van de la mano", concluyó Espinosa.

¿Qué pasará con los trabajadores y las instalaciones?

La planta de Oppama emplea actualmente a casi 4000 personas. Según la empresa, se prevé que alrededor de 2400 trabajadores puedan ser reubicados en otras áreas o centros productivos. Además, Nissan garantizó que mantendrá el diálogo con los sindicatos y establecerá políticas claras sobre las condiciones laborales hasta que se concrete el cierre definitivo.

Por otra parte, funciones como el Centro de Investigación y el centro de pruebas de choque que operan en la zona no se verán afectados. Nissan también informó que se encuentra en conversaciones con posibles socios estratégicos, como Foxconn y Honda, para definir un nuevo uso de las instalaciones de Oppama.

Con el programa Re:Nissan, la empresa apuesta a una nueva etapa de crecimiento sostenible, más adaptada a los desafíos actuales del sector automotor, que atraviesa cambios profundos en tecnologías, modelos de negocio y expectativas del consumidor.

Fuente: BloombergAkio Kon