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En una jornada marcada por la desvalorización de las acciones de las empresas de Defensa europeas, Indra pierde un 1,23%, caída inferior a la que están sufriendo sus rivales del Viejo Continente. Si bien es cierto que las bajadas obedecen a causas que involucran a todas las firmas del sector, también lo es que la explicación de por qué Indra es la compañía que menos valor pierde hay que buscarla en las particularidades de la tecnológica. Vayamos por partes.

Las compañías que hacen negocios en el ámbito de Defensa fueron las grandes estrellas de la Bolsa de este año, empujadas, entre otros conflictos, por las guerras de Ucrania y Gaza. Tras sumar jornadas tras jornadas enormes ganancias, los inversores consideran que llegó el momento de la toma de plusvalías. Esta decisión se debe, por un lado, a que los temores se van calmando; y por otro, porque podríamos estar ante una rotación de carteras. De ahí que el índice sectorial haya entrada en una zona de contracción, con una caída que alcanza el 7% a primera hora de la tarde.

Indra, que en lo que va de 2025 tiene una revalorización del 59% - mucho menor que la alemana Rheinmettal que sube un 134% en lo que va de año, o la francesa Thales que avanza un 84% y la italiana Leonardo un 71% -, no escapó a las condiciones generales del sector, a pesar mostrar una caída marcadamente menor.

Es que en esta más suave desvalorización de su acción mucho tiene que ver que Indra es una de las grandes beneficiadas por los planes de mayor gasto en defensa, que ayer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó que España llegará a la inversión pretendida por la OTAN del 2% este mismo año.

En efecto, el líder socialista afirmó que para alcanzar el objetivo, reasignará 10.500 millones de euros de otras partidas a gasto computable por la OTAN. Las tres partidas de las que se transferirán los fondos serán: el Plan de Recuperación, que nutren fondos europeos del Next Generation; los ahorros generados "por la buena marcha de nuestra economía", como destacó el presidente en su declaración; y, por último, de recursos de los prorrogados Presupuestos Generales de 2023, que no se utilizan, entre ellos, los fondos para compensar a entes territoriales por la pérdida de ingresos durante el Covid.

En concreto, estas tres partidas explican unos 6000 millones de euros. Con todo, el punto que más ampollas levanta - además de no pasar por el Parlamento la reforma en el gasto - es que el Gobierno no detalló cómo reasignar los 4500 millones restantes hasta llegar a la cifra prometida.

Asimismo, del total del gasto, el Ejecutivo socialista calcula que el 87% se invertirá en España y que este gasto aportará entre 0,4 y 0,7 puntos del PIB.

"Reiteramos que el aumento del gasto en Defensa es favorable para las compañías del sector (Indra y Amper) si bien entendemos que existen dudas sobre la capacidad del Gobierno de cumplir con estos objetivos teniendo en cuenta que los presupuestos están prorrogados y que no cuenta con el apoyo de sus socios", sostiene Renta 4, que cierra el informe con el consejo de ´sobreponderar´ a ambas compañías.

Indra, múltiple favorecida

Mientras el desglose del gasto anunciado por Sánchez dice que un 35% va dirigido a mejorar el equipamiento, otro 21% a la fabricación de equipos de telecomunicaciones y ciberseguridad, más un escudo digital y un 19% en inversión de nuevos equipos de defensa; las áreas de negocios de Indra muestran que la empresa opera en cada una de las actividades que el programa gubernamental pretende potenciar.

Fuente: EFEJavier Lizón

Así las cosas, la media que recoge Reuters recomienda comprar el valor, pero con precio objetivo de 27,66 euros por acción de consenso. A media tarde, los títulos de Indra cotizan a 27,32 euros.

Intermoney juega más fuerte la carta Indra. La sociedad de valores eleva hasta el 9% el posible recorrido alcista, con los 30 euros y consejo de compra que marca en su precio objetivo a 12 meses vista.

Con la mirada puesta en las homólogas de Indra, Bank of America considera que la acción es una de las menos valoradas dentro del sector Defensa en la Unión Europea (UE), y destaca el avance que está viviendo su plan estratégico para recomendar la compra de los títulos de Indra y colocar su precio objetivo en los 36,50 euros por acción, con mejora del 32% desde su nivel actual de cotización en el mercado.

La entidad estadounidense recuerda que la empresa, controlada por la familia Escribano, cuenta con posibilidades de alcanzar ventas de 10.000 millones de euros para 2028 y considera que, a pesar de reducir un 1% sus entregas para este año, y tras ajustar el tipo de cambio, subirá por el mayor crecimiento de los ingresos de Indra en Defensa.

"Vemos margen para una nueva calificación en 2026, ya que creemos que Indra probablemente acelerará sus fusiones y adquisiciones (posible venta de Pagos, planes de adquisición de Duro Felguera, aumento de participación en ITP, etc.) para convertirse principalmente en un nombre de A&D MT", afirma Bank of America.

Para Bestinver, los catalizadores de Indra pasan por un nuevo socio en Minsait, la venta de su filial de pagos,la posibilidad de que la inversión en defensa escale al 3% desde el 2% inicialmente previsto para los países de la UE; y a largo plazo, el crecimiento de los objetivos inorgánicos de la compañía hasta 2030. En Bestinver consideran que en el primer trimestre del año, "destaca el recorrido de Indra, una de nuestras inversiones más veteranas y exitosas", y lo argumenta recordando que "ya en la carta del primer trimestre de 2023, explicamos que el mercado estaba pecando de cortoplacismo".

De hecho, Bestinver subraya que "desde que empezamos a construir nuestra posición en diciembre de 2022, obtuvimos una rentabilidad compuesta superior al 40%. El negocio continúa funcionando, incrementando la generación de caja, el entorno ofrece opcionalidades y la valoración sigue siendo más que razonable". Y concluye augurando que "los mejores días de Indra están aún por llegar".