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El 2023 está a punto de concluir, y resulta importante discutir cuál fue la inversión destacada para la mayoría de los ciudadanos españoles durante este período. Aunque el aumento de lostipos de interésy la elevada inflación han afectado significativamente a los bolsillos de las familias con hipotecas y bajos ingresos, la mayoría de los españoles ha optado por invertir en productos de renta fija, principalmente letras del Tesoro, seguidas de bonos del Estado yobligaciones, cuyos rendimientos se sitúan en máximos desde hace casi una década.

La alta rentabilidad de la deuda a corto plazo ha originado en los últimos meses largas colas de particulares en el Banco de España, como así también problemas para solicitar citas por las caídas en la web. Los españoles han incrementado su inversión hasta superar los 28.000 millones de euros este 2023, un récord.

Sobre todo teniendo en cuenta que en 2022, cuando empezaba a incrementarse su rentabilidad, la inversión de los hogares apenas rondaba los 99 millones de euros.

En total, la participación de las familias se ha multiplicado por 216 en un año, según cifras oficiales del Banco de España.

¿Cómo funcionan las Letras del Tesoro?

Se llevan a cabo a través de subastas. Los inversores presentan sus solicitudes de compra al Tesoro, que determina el precio mínimo que está dispuesto a aceptar. El importe mínimo de cada petición es de 1000 euros y las que superen esta cantidad han de ser múltiplos de 1000 euros.

Existen varios tipos de letras, según el plazo que se desee esperar para recibir el valor nominal. Cada mes, el Tesoro emite letras a 3, 6, 9 y 12 meses. El interesado realiza el pago al principio y, al cabo de ese período, recibe el valor nominal.

¿Qué rentabilidad ofrece?

Sus rendimientos han llegado a superar la marca del 4%, situándose en la última subasta en 3,7%. Todo comenzó cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a elevar los tipos de interés entre agosto y septiembre. En aquel momento, la rentabilidad de la deuda española de corto plazo pasó de situarse en terreno negativo (en el que estaba desde 2015) a convertirse en una forma de retribución para los inversores.

  • Desde entonces, y a medida que la institución iba decretando más aumentos de los tipos de interés, la rentabilidad ofrecida por las letras siguió subiendo.

Josep Soler, consejero ejecutivo de la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA) declaró en diálogo con La Vanguardia, que es lógico "apostar por colocaciones que tengan un rendimiento que permita como mínimo mantener el poder adquisitivo".

"A diferencia de lo que ocurre con los activos de renta variable, en la renta fija el inversor sabe de antemano la rentabilidad que conseguirá en un plazo determinado. Y dentro de esta tipología de productos de inversión, es la más segura siempre y cuando esté respaldada por países que tengan un rating elevado, como es el caso de España", concluyó.