La posibilidad de jubilarse antes de los 65 años sigue vigente en casos muy concretos. Uno de ellos es el de los trabajadores que cotizaron bajo las antiguas mutualidades laborales, un régimen extinguido en la década de los 70 pero que aún mantiene derechos específicos para una parte reducida de la población.
Estos beneficiarios pueden retirarse voluntariamente desde los 60 años, pero eso tiene consecuencias económicas serias. Según ha confirmado la Seguridad Social, al jubilarse anticipadamente en este régimen se aplica un coeficiente reductor del 8% por cada año adelantado, es decir, un 40% menos si se elige el retiro cinco años antes.
Este recorte impacta tanto en la paga mensual como en las pagas extras. Un ejemplo concreto: si la base reguladora es de 2100 euros, la pensión final será de solo 1260 euros al mes, una reducción de por vida.
La penalización alcanza hasta el 40% en algunos casos
El cálculo es claro: cada año adelantado implica un 8% de reducción. Esto significa que retirarse cinco años antes supone perder el 40% de la pensión de manera permanente.
Pero hay situaciones en las que el recorte puede ser aún más duro. Si el trabajador no cumple ciertas condiciones mínimas, la pensión puede verse reducida de forma drástica, quedando incluso por debajo del 50% de lo que habría correspondido a los 65 años.
Por eso, los expertos recomiendan evaluar cuidadosamente el impacto económico antes de decidir el retiro anticipado, ya que no hay mecanismos de compensación si se trata de una jubilación voluntaria.
Casos en los que la reducción puede ser menor
Existe una excepción importante. Si la jubilación anticipada no es voluntaria -por ejemplo, por despido o un ERE-, la penalización se suaviza en función de los años cotizados:
- 40 años o más: 6% anual.
- 38-39 años: 6,5%.
- 35-37 años: 7%.
- 30-34 años: 7,5%.
Esto significa que un trabajador con 40 años de aportes que se jubile a los 60 años por despido sufrirá un recorte del 30%, en lugar del 40% que le correspondería si se jubilara por decisión propia.
¿Vale la pena esperar un año más?La diferencia entre jubilarse a los 60 o a los 61 es sustancial. Cada año de espera reduce un 8% el castigo en el importe de la pensión. Por ejemplo: retirarse a los 61 en lugar de a los 60 implica un recorte del 32% en lugar del 40%. En términos reales, esto puede traducirse en miles de euros al año de diferencia en la pensión final.
Qué se necesita para jubilarse con este régimen especial
Este derecho histórico aplica solo a quienes cotizaron bajo el sistema de mutualidades laborales, vigente hasta finales de los años 60 y absorbido por la Seguridad Social entre 1966 y 1978.
"Pueden acceder a esta modalidad los trabajadores que aportaron al viejo sistema de mutualidad laboral que operó durante el franquismo y fue considerado el germen del Régimen General actual", explican desde la Seguridad Social.
Los requisitos clave son:
- Haber cotizado en las mutualidades laborales.
- Tener al menos 30 años de aportes para acceder a la jubilación anticipada.
- Aceptar una reducción que no puede ser revertida ni compensada.