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En un giro llamativo, Moscú empieza a marcar distancia con Donald Trump. Después de años de evitar críticas directas y, en algunos casos, incluso de elogiarlo, el tono cambió. Las últimas declaraciones del expresidente estadounidense, en las que acusó a Vladímir Putin de "jugar con fuego" y de haberse "vuelto completamente loco", desencadenaron una ola de reacciones en la capital rusa.
En el entorno del Kremlin se respira decepción y desconfianza. "Lamentablemente, el señor Trump empieza a decepcionar", aseguró Vladímir Dzhabárov, jefe del Comité para Asuntos Internacionales del Senado ruso. El funcionario recordó que el republicano había prometido poner fin al conflicto en Ucrania, pero hasta el momento "no le salió nada".
Las palabras de Dzhabárov no fueron un caso aislado. Desde hace semanas, la paciencia del Kremlin con Trump se está agotando, y la narrativa de un Trump pacificador comienza a resquebrajarse. Moscú ha pasado de la diplomacia contenida a la crítica abierta.
Rusia acusa a Trump de desconocer la realidad en Ucrania
Una de las frases más duras vino del asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, quien sugirió que Trump no tiene acceso a información veraz sobre el conflicto. "A Trump no le informan sobre lo que realmente está pasando en el conflicto ruso-ucraniano. Solo conoce las medidas de respuesta que nosotros tomamos", afirmó.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también aportó su cuota de malestar, aunque con matices. Aseguró que las últimas declaraciones del expresidente estadounidense son "una reacción emocional", pero dejó claro que Rusia no está dispuesta a "sacrificar sus intereses nacionales" por las urgencias de la Casa Blanca.
A pesar de todo, Peskov confirmó que Rusia sigue trabajando en un memorándum de paz prometido a Washington. "La preparación se encuentra en su fase final", sostuvo.
Dardos cruzados: III Guerra Mundial, redes sociales y reproches
El tono de la discusión escaló en redes sociales. Dmitri Medvédev, actual subjefe del Consejo de Seguridad ruso, respondió con dureza a Trump en la plataforma X (antes Twitter): "Solo conozco una cosa REALMENTE MALA: la III Guerra Mundial. ¡Espero que Trump lo entienda!".
El emisario de la Casa Blanca, Keith Kellog, salió al cruce de esas palabras. "El comentario fue desafortunado e imprudente, impropio de una potencia mundial", escribió. Kellog defendió la postura de Trump y pidió a Moscú que cumpla con su promesa: "Esperamos recibir de Rusia el memorándum que ustedes prometieron hace una semana. Alto el fuego ya".
El Kremlin rompe el tabú: ya no hay defensa incondicional de Trump
Durante meses, el Kremlin evitó confrontar a Trump. De hecho, Putin lo elogió por su interés en un acuerdo pacífico. Pero algo cambió. El líder socialdemócrata ruso Serguéi Mirónov fue tajante: "No tiene sentido amenazar a Rusia. Sin eliminar las causas del conflicto, no habrá paz".
Mirónov también defendió el accionar militar del Kremlin al denunciar que "las defensas antiaéreas rusas han derribado en los últimos 45 días miles de cohetes" lanzados por drones ucranianos.
La postura de Moscú revela una nueva etapa en la relación con Trump. Si antes el republicano era considerado un aliado implícito en el plano geopolítico, hoy es visto con creciente desconfianza. La paciencia rusa tiene un límite, y parece que Trump ya lo está alcanzando.