A lo largo de toda su vida laboral, la mayoría de los trabajadores piensan en el día de su jubilación. En los distintos países del mundo, alcanzar esa fecha puede tardar una cantidad distinta de años. Por ejemplo, en España la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y 8 meses, mientras que en Alemania las personas pueden jubilarse y cobrar una pensión completa a partir de los 67 años.
Ese es el caso de Petra Thees, una mujer que vivió gran parte de su vida en Redefin, una ciudad tranquila ubicada al norte de Alemania. Allí Thees trabajó 44 años detrás del mostrador de su tienda de alimentos locales y aportó a la comunidad desde la venta de insumos y recetas tradicionales.
Durante ese tiempo Petra siempre ayudó a sus vecinos y atendió con una gran sonrisa a generaciones de pueblerinos que visitaron su local. Algunos de los clientes incluso atravesaron el cambio desde su infancia hasta su edad adulta mientras el local de Thees se mantenía inmutable en el tiempo.
La gran sorpresa que el pueblo preparó para una jubilada
Según cuenta el diario local Nordkurier, todo el pueblo de Redefin conspiró para organizarle una fiesta sorpresa y que Petra Thees no se enterara de nada. Para despistarla, le hablaron de un evento vecinal organizado por la Asociación de Apoyo a la Infancia y la Juventud. El supuesto lema era "Juntos en lugar de solos".
Sin embargo, bajo esa apariencia que sirvió como fachada para llevar a cabo la organización, se escondía un evento más emotivo: rendirle homenaje a toda una vida de trabajo de Petra Thees. La comunidad, además de preparar una tarde de pasteles y té, organizó una canción y una obra de teatro humorística en honor a la recién jubilada.
La celebración fue ideada por la alcaldesa Roswhitha Böbel, su adjunta Tina Schorcht y Yvonne Jalaß, compañera de Thees desde 2001 y actual encargada de la tienda. Entre las tres idearon una despedida que implicó a todo el pueblo con la consigna de que fuera una sorpresa absoluta. "Estoy encantada de que todos hayan mantenido la boca cerrada", celebró la alcaldesa en agradecimiento a la complicidad de vecinos y empleados.
Tina Schorcht destacó que Petra no solo era querida por su labor en el comercio local, sino también por su implicancia en el ayuntamiento y en cualquier lugar donde hiciera falta. Por su compromiso inquebrantable con la comunidad es que todo el pueblo quiso aportar para darle las gracias como se merecía.
La reacción de la mujer a la fiesta sorpresa organizada en su pueblo
"Al principio incluso me molestó un poco que este evento ‘Juntos en vez de solos' tuviera lugar en la plaza frente a nuestra tienda", admitió Petra Thees entre risas luego de conocer la sorpresa. Aunque oficialmente se jubila, la mujer colaborará con la tienda unas diez horas por semana para mantener las cosas en orden y ayudar a la actual encargada.
Además, Thees se mudará con su marido al municipio de Pritzier, en donde vivirá con su hijo y podrá pasar más tiempo con sus nietos. Esto es el cierre de una etapa marcado por el reconocimiento sincero de todo un pueblo que la consideró una pieza fundamental de la comunidad.
Según concluye el medio local, su historia es prueba de que aún existen rincones donde los lazos humanos son profundos y la gratitud se convierte en un acto colectivo, sincero y lleno de significado.