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El consumo de una lata de cerveza o una copa de vino al día puede parecer un hábito inocente y sin consecuencias graves. Sin embargo, la médica de familiaAna Pérez Ballesta advierte que, cuando estas pequeñas elecciones se repiten a diario, los efectos a largo plazo son mucho más significativos de lo que podríamos imaginar.

Para muchos, parece un gesto trivial, pero la acumulación de este tipo de consumos a lo largo de los años tiene un impacto directo sobre la salud.

Fuente: ShutterstockPeopleImages.com - Yuri A

El impacto del consumo diario de vino o cerveza en la salud

A través de sus redes sociales, la doctora Pérez Ballesta ha alertado sobre los peligros de estos consumos aparentemente inofensivos. En su publicación, señala que incluso una sola cerveza diaria puede sumar más de 240 litros al año, mientras que una copa de vino diaria asciende a más de 50 litros en 12 meses.

Estos cálculos sirven para ilustrar lo que muchos no perciben: los efectos a largo plazo de una decisión que parece insignificante en el día a día.

Según Pérez Ballesta, el alcohol y los aditivos presentes en las bebidas como la cerveza, el vino y los refrescos afectan directamente nuestro bienestar, especialmente si se consumen de manera continua.

Hábito saludable: sustituir el alcohol y los refrescos por agua

No se trata de eliminar por completo el disfrute ocasional, sino de tomar conciencia de cómo pequeños hábitos pueden marcar una diferencia significativa. El consumo ocasional de alcohol o refrescos no está prohibido, pero los beneficios de reducir estas bebidas en el día a día y cambiarlas por agua son innegables.

Beneficios de reducir el consumo de alcohol y refrescos:

  • Mejor control de la tensión arterial.

  • Reducción de los niveles de colesterol.

  • Mejora en los niveles de glucosa en sangre.

  • Mayor hidratación y bienestar general.

La doctora Pérez Ballesta resalta que este cambio no es una prohibición, es una recomendación consciente para aquellos que buscan mejorar su salud sin renunciar a disfrutar de un buen momento social de vez en cuando. A largo plazo, los pequeños cambios en los hábitos cotidianos pueden tener un gran impacto positivo en el bienestar general.

Antes de realizar o modificar un plan alimenticio, se recomienda consultar con un especialista.