En todo el mundo, las llamadas spam son un problema que afecta a personas de todo el mundo. Ya sea por encuestas, estafas u ofrecimiento de servicios, recibir llamados de teléfonos desconocidos puede ser molesto, sobre todo si sucede en un momento inoportuno.
Sin embargo, esta práctica parece tener sus días contados en España. Una legislación que entrará en vigencia en las próximas semanas será el inicio del fin para esta práctica que molesta a tantas personas.
El final de las llamadas de spam
El próximo viernes 30 de junio entrará en vigor la nueva Ley General de Telecomunicaciones 11/2022. La misma, que deroga casi en su totalidad a la Ley 9/2014, introduce una serie de cambios en el sector, entre lo que se encuentra una postura dura contra las llamadas spam.
Si bien la implementación no significa un corte en seco para este tipo de comunicaciones, se espera que la cantidad de llamados no deseados se reduzca de manera paulatina. Hay que tener en cuenta que las empresas dedicadas a este tipo de comunicaciones suelen adaptarse a las regulaciones para no dejar de hacerlas.
En España ya existe la Lista Robinson, donde los usuarios pueden inscribirse para manifestar que no desean recibir llamadas comerciales no autorizadas. Sin embargo, es un hecho que muchas empresas no la respetan, a pesar de que se arriesgan a multas de varios miles de euros.
Uno de los motivos para hacerlo es que los casos suelen resolverse con gran lentitud. De hecho, hay registros de que se ha tardado más de un año en imponer sanciones a los infractores desde que los consumidores presentaron la denuncia.
La nueva legislación busca poner fin a este problema. Y aunque es poco probable que elimine por completo las llamadas spam, sí proporciona un marco legal de mayor protección para el público español.
El artículo 66.1 de la reciente Ley General de Telecomunicaciones enfatiza la protección de los datos personales y la privacidad de los usuarios. De esta manera, prohíbe que las empresas efectúen llamadas telefónicas no deseadas con el objetivo de promocionar bienes y servicios. No obstante, el texto hace una excepción significativa: si el usuario otorgó permiso previo a una empresa para que le contacte por nuevas ofertas o promociones comerciales, dicha entidad estará exenta de cumplir la normativa.
Esto implica que la regulación, que estará en plena vigencia desde julio, no tendrá carácter retroactivo respecto a las llamadas de spam. Por consiguiente, si la compañía de telemarketing recibió autorización de una persona para hacer ese tipo de llamados, la ley no cambiará la situación.
Qué se espera de la nueva Ley de Telecomunicaciones
Es probable que la mayoría de las personas rechace una solicitud explícita para recibir comunicaciones comerciales, por lo que muchas empresas podrían intentar obtener su consentimiento mediante métodos alternativos. Por ejemplo, disfrazando la petición en las extensas condiciones de uso que siempre se aceptan sin leer previamente. Aquí se abre un debate separado sobre la legalidad de esta práctica, desde luego. No obstante, es un área gris que seguramente los telemarketers estarán dispuestos a explorar.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la nueva Ley General de Telecomunicaciones se enfoca en las llamadas spam generadas desde España. Si por alguna razón el número telefónico de una persona se encuentra en la base de datos de una empresa situada en el extranjero, lo más probable es que continúe recibiendo las comunicaciones que se originen allí.