La aviación militar acaba de cruzar un umbral histórico. Saab, en colaboración con la firma europea Helsing, ha completado con éxito una serie de vuelos de prueba que podrían redefinir el futuro del combate aéreo.
El protagonista es el caza Gripen E, una de las joyas de la ingeniería sueca, ahora equipado con una inteligencia artificial llamada Centaur. Esta IA no sólo asistió al piloto, sino que también tomó decisiones tácticas de forma autónoma en entornos de combate realistas.
Este avance no es una simple mejora técnica. Es una señal clara de hacia dónde se dirige la defensa aérea global: hacia sistemas que combinan la experiencia humana con el poder de procesamiento y aprendizaje de las máquinas.
Con más de 500.000 horas de vuelo virtual acumuladas en simulaciones, Centaur demostró estar preparado para actuar como un verdadero copiloto virtual, capaz de asistir, aprender y mejorar su rendimiento en tiempo real.
El sistema de inteligencia artificial que hace que el caza piense por sí solo
Durante las pruebas realizadas entre mayo y junio de 2025 en el marco del Project Beyond, el Gripen E voló con el sistema Centaur totalmente integrado. En palabras de Johan Segertoft, jefe de la unidad Gripen en Saab: "El piloto sigue siendo el comandante de la aeronave, pero con un agente BVR como Centaur liberamos una enorme carga cognitiva para que pueda concentrarse en lo estratégico".
Las pruebas incluyeron maniobras de combate más allá del alcance visual (BVR, por sus siglas en inglés), donde Centaur recomendó cuándo disparar y reaccionó ante situaciones cambiantes.
Marcus Wandt, director de Innovación de Saab, fue categórico: "Será muy difícil que un piloto gane en combate aéreo contra un oponente asistido por IA. Algunos aún pueden competir, pero eso cambiará rápido".
Qué puede hacer Centaur y por qué es diferente a todo lo anterior
Centaur no es un simple asistente de vuelo. Este sistema emplea aprendizaje por refuerzo para adaptarse a condiciones de combate aéreo extremo. Rastrea blancos, predice trayectorias y ejecuta maniobras sin asistencia humana directa. Su desempeño fue validado al enfrentar a un Gripen D pilotado por humanos, y ganó.
Según Antoine Bordes, vicepresidente de IA en Helsing: "Centaur voló con el equivalente a 50 años de experiencia de piloto, pero lo entrenamos en pocas horas".
Con el respaldo de la Administración Sueca de Material de Defensa (FMV), el Project Beyond se integra dentro del programa de sistemas de combate aéreo del futuro. Saab ya imagina un ecosistema llamado "F-series" en el que cazas tripulados, drones pesados y ligeros compartirán un mismo cerebro artificial.
Mientras tanto, Estados Unidos avanza con su programa NGAD y el proyecto VENOM, donde también experimentan con cazas F-16 modificados para volar con IA. Sin embargo, hasta ahora ningún país había logrado integrar una IA avanzada en un caza operacional como lo ha hecho Suecia.
Peter Nilsson, jefe de Programas Avanzados en Saab, lo resume así: "En el software no existen generaciones, sólo velocidad".
El futuro: cazas sin piloto y decisiones supersónicas
Con esta innovación, Saab se adelanta a una transformación decisiva. El Gripen E podrá servir como base para futuros cazas no tripulados, guiados por versiones avanzadas de Centaur. El objetivo es claro: convertir a los pilotos humanos en superpilotos gracias a la IA... o reemplazarlos por completo cuando llegue el momento.
Mientras tanto, los datos recogidos en estos vuelos se utilizarán para continuar el entrenamiento del sistema. Nuevas pruebas están previstas para este año, y si los resultados se repiten, Centaur podría convertirse en el estándar de oro para el combate aéreo del siglo XXI.