

En su primer gran gesto institucional desde su elección, el Papa León XIV recibió en el Vaticano a la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE). El encuentro, originalmente previsto con su predecesor, el fallecido Francisco, fue mantenido por decisión del nuevo pontífice, quien sorprendió a los asistentes por su disposición abierta y escucha activa.
Don Manuel Barrios Prieto, secretario general de la COMECE, definió la audiencia como "una sorpresa, un regalo y una inspiración". Lejos de imponer una agenda, León XIV quiso conocer de primera mano las preocupaciones de los obispos europeos: "Fue un momento importante para nosotros, porque escuchamos la voz del nuevo Papa, pero sobre todo, él quiso escucharnos", dijo Barrios.
Este gesto marca el inicio de un pontificado que busca reconstruir puentes con Europa en un momento de transformación social, política y tecnológica. Con un estilo distinto, León XIV parece decidido a dejar su impronta en temas clave que preocupan tanto a la Iglesia como a la ciudadanía.

Rearme militar, pobreza e inteligencia artificial: los ejes que inquietan al Vaticano
Durante el encuentro, uno de los puntos más sensibles fue la creciente inversión europea en defensa y armamento mientras crecen las tensiones en el mundo que pudieran fermentar otro conflicto global.
La COMECE planteó la necesidad urgente de priorizar las políticas sociales frente al rearme. Según Barrios Prieto, el Papa mostró una "profunda preocupación por el desvío de recursos hacia la industria militar en detrimento de los más necesitados".
La cuestión migratoria también ocupó un lugar central. Se discutió el papel de Europa en la acogida de refugiados, el respeto a los derechos humanos -especialmente de los pueblos indígenas- y los desafíos ecológicos. El Papa León XIV, evocando la encíclica social Rerum Novarum del Papa León XIII, instó a que la ética y la dignidad humana guíen todas las decisiones políticas del continente.
Pero uno de los temas más actuales fue la inteligencia artificial. Los obispos pidieron que las futuras regulaciones europeas se alineen con la doctrina social de la Iglesia. "Estamos ante una revolución tecnológica que no puede olvidar al ser humano. La dignidad debe estar por encima del algoritmo", subrayó Barrios.
Datos personales, registros bautismales y derecho canónico: un nuevo frente con la UE
La COMECE también planteó una tensión creciente: la de la protección de datos frente al derecho canónico. Algunas personas exigen que se eliminen sus registros de bautismo de los archivos de la Iglesia. Pero desde Roma la posición es clara: "Se trata de un hecho histórico imborrable", explicó Barrios Prieto, señalando que esta controversia ya ha llegado a la Corte Europea.
Este debate abre un complejo cruce entre el derecho civil europeo y la tradición canónica, en el que la Iglesia no quiere quedarse atrás. "La doctrina social debe ser parte de esta conversación", enfatizó Barrios.
Un Papa que escucha: claves de un nuevo estilo en el Vaticano
La audiencia también marcó la presentación oficial de Monseñor Bernardito Auza como nuevo nuncio ante la Unión Europea. Su designación fue recibida como "una alegría" y es vista como un refuerzo diplomático en la relación entre la Santa Sede y Bruselas.
Con su elección del nombre "León", el nuevo Papa parece proyectar un legado de compromiso social y valentía. "Estamos en un momento de cambios profundos. La Iglesia está llamada a hacer oír su voz con claridad, humanidad y esperanza", concluyó Barrios Prieto.
Todo indica que esta primera audiencia no será un hecho aislado, sino el primer paso de un pontificado dispuesto a abrir conversaciones necesarias -y postergadas- entre fe y política en la Europa del siglo XXI.













