Reino Unido limita el acceso de los turistas procedentes de España: no podrán pasar si llegan con estos productos
Londres refuerza el control en aduanas y aplica nuevas medidas que afectan directamente a los viajeros procedentes de España y otros países de la Unión Europea.
Desde abril, el Reino Unido ha endurecido sus controles fronterizos y prohíbe a los turistas procedentes de España ingresar con productos lácteos y cárnicos en su equipaje, incluso si están envasados o comprados en tiendas duty free.
La normativa afecta a productos de consumo habitual como sándwiches, embutidos, quesos, leche o carne cruda, y su incumplimiento puede acarrear sanciones de hasta 5.000 libras esterlinas.
Productos prohibidos para los turistas españoles en Reino Unido
Desde el pasado mes de abril, los turistas españoles que viajen al Reino Unido ya no pueden entrar con productos lácteos ni cárnicos para consumo personal.
Esta medida fue anunciada por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales británico (DEFRA), como parte de una estrategia para proteger el sistema alimentario del país frente a enfermedades animales como la fiebre aftosa.
La restricción se aplica a todos los ciudadanos de la Unión Europea. En la práctica, esto significa que los viajeros no podrán llevar sándwiches, embutidos, carne cruda, leche o quesos, sin importar si están envasados al vacío o provienen de tiendas libres de impuestos. La normativa contempla todos los tipos de carne: vacuno, porcino, ovino y caprino.
Las autoridades británicas han advertido que estos productos deben ser declarados y entregados en la aduana. Si no se cumple la normativa, podrán ser requisados, y en los casos más graves se impondrán multas de hasta 5.000 libras esterlinas, el equivalente a casi 6.000 euros.
Para Reino Unido, el objetivo principal es evitar la introducción de enfermedades que podrían afectar gravemente al ganado local y a la industria agrícola nacional.
Reino Unido exige autorización electrónica de viaje a los turistas europeos
Además de las nuevas restricciones alimentarias, desde el 2 de abril está en vigor el sistema ETA (Electronic Travel Authorisation), una autorización electrónica de viaje que deberán tramitar determinados visitantes para poder entrar en Reino Unido. Aunque su implementación es progresiva, forma parte de un endurecimiento más amplio del control fronterizo post-Brexit.
Por ahora, no todos los ciudadanos europeos están obligados a solicitarla, pero se espera que en los próximos meses se amplíe su alcance. Esta medida, junto con las nuevas limitaciones sobre productos personales, refuerza el mensaje del Gobierno británico de priorizar la seguridad alimentaria y el control migratorio en sus fronteras.