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Los expertos en nutrición aconsejan mantener una alimentación diversificada y sana para incorporar los minerales, vitaminas y nutrientes que el sistema precisa para su óptimo desarrollo y preservación.

Por esto, aconsejan incorporar frutas, verduras y productos naturales a la dieta diaria, como el Abey, ya que también ayuda a prevenir diversas enfermedades no transmisibles.

¿Qué es y para qué sirve elabey?

El abey, conocido también como guandalay o flamboyán azul, es un árbol que se encuentra principalmente en América Central, aunque su belleza ha llevado a su cultivo en diversas partes del mundo. Este árbol se extiende desde el sur de México hasta el norte de América del Sur y en Cuba se puede observar su crecimiento abundante, convirtiéndose en un elemento destacado del paisaje.

Con una altura que supera los 20 metros, el abey presenta un tronco robusto de color gris que puede alcanzar hasta 50 cm de diámetro. Sus hojas, que son paripinnadas y pueden medir hasta 30 cm, están compuestas por numerosos foliolos oblongos que añaden un toque de elegancia a su apariencia. Este árbol no solo es imponente por su tamaño, sino también por la belleza de su follaje.

Las flores del abey son uno de sus rasgos más llamativos, con tonalidades que varían entre el violeta y el azul. Su forma de campana y la corola bilabiada las hacen aún más atractivas. El fruto, una cápsula aplanada de aproximadamente 5 cm de longitud, contiene las semillas que perpetúan la especie, cerrando así el ciclo de vida de este magnífico árbol ornamental.

¿Cuáles son los beneficios del abey?

El Abey, conocido por sus propiedades medicinales, ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, especialmente a través de sus hojas, corteza y raíz. La decocción de la raíz se destaca por su capacidad depurativa de la sangre, lo que la convierte en un aliado eficaz en el tratamiento de diversas afecciones cutáneas como eczemas y furunculosis, así como en problemas reumáticos y neurálgicos. Además, su uso se extiende al control de enfermedades como la diabetes y la psoriasis, lo que resalta su versatilidad en el ámbito de la salud.

Por otro lado, el Abey también muestra potencial en la lucha contra el acné y otras condiciones dermatológicas, gracias a los lavados con agua de sus hojas en decocción. Su composición antiséptica sugiere que podría inhibir el crecimiento de células cancerígenas, lo que abre nuevas posibilidades en la investigación oncológica.

Asimismo, sus aplicaciones en ginecología, digestión, dermatología, reumatología y endocrinología subrayan su importancia en la medicina natural, ofreciendo un enfoque holístico para el bienestar integral.

Abey: ¿cómo incorporarlo en la dieta diaria?

Abey, un ingrediente versátil y nutritivo, se puede incorporar fácilmente en las comidas diarias al añadirlo a ensaladas, sopas o guisos. También se puede mezclar en batidos o yogures para un impulso de sabor y nutrientes. Otra opción es utilizarlo como condimento en platos de arroz o pasta, aportando un toque especial y saludable a las recetas cotidianas.