La ciencia lo confirma: ser hombre puede ser muy malo para tu salud y te quita años de vida
La masculinidad hegemónica no solo afecta a las mujeres, sino que también impacta la salud y calidad de vida de los hombres.
En la sociedad actual, los mandatos de la masculinidad hegemónica no solo impactan en las relaciones y en la vida de las mujeres, sino que también afectan la salud y la calidad de vida de los propios hombres. La resistencia a acudir al médico, la propensión a conductas de riesgo y la falta de búsqueda de ayuda por miedo a mostrar debilidad son factores que comprometen seriamente su bienestar.
La masculinidad como determinante de la salud
Durante la jornada "Salud, hombres y masculinidad", celebrada en el Ministerio de Sanidad de España, se destacó la necesidad de considerar la masculinidad hegemónica como un factor clave en la salud masculina. Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, expuso datos preocupantes: los hombres consumen más alcohol, mueren en promedio cinco años antes que las mujeres y tienen tasas de suicidio significativamente más altas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha planteado dos objetivos principales en relación con la salud masculina: reducir la mortalidad prematura y mejorar sus condiciones de vida. Para ello, se busca promover masculinidades que fomenten el autocuidado, la corresponsabilidad y la prevención de la violencia.
Una barrera para la salud mental
La psiquiatra Marta Carmona advirtió que las muertes por suicidio en hombres triplican a las de las mujeres, y que los patrones de consumo de sustancias muestran un mayor descontrol y conductas autodestructivas en varones. Además, el investigador Julio Ángel Camacho explicó que la construcción social de la masculinidad retrasa la búsqueda de ayuda en casos de adicciones y enfermedades mentales, ya que pedir apoyo es visto como una señal de debilidad.
"Para la masculinidad hegemónica, la búsqueda de ayuda significa ser débil. Se fomenta la autosuficiencia extrema y la resistencia a reconocer el malestar", destacó Camacho.
Los expertos coinciden en que es fundamental que los profesionales sanitarios adapten su enfoque para conectar mejor con las necesidades y malestares de los varones. Ayelén Losada, terapeuta ocupacional, explicó que muchos hombres acuden al médico sólo cuando es absolutamente necesario, viendo su cuerpo como una "máquina" que debe ser reparada rápidamente para seguir funcionando.
Cristina Hernández, directora del Instituto de las Mujeres, señaló que el cambio no puede depender únicamente de las mujeres: "Los hombres también son imprescindibles para transformar la sociedad y liberarse de un modelo que también los perjudica". En este sentido, abogó por una redefinición de la masculinidad que permita a los varones vivir sin los estereotipos de fortaleza y autosuficiencia que comprometen su bienestar.
La masculinidad hegemónica ha sido una barrera para la salud de los hombres durante décadas. Reconocer su impacto y fomentar nuevas formas de vivir la identidad masculina podría marcar una diferencia clave en la esperanza y calidad de vida de millones de varones en todo el mundo.