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Lograr que los niños coman de todo es uno de los grandes retos para muchas familias en España. El pediatra Carlos González, reconocido experto en alimentación infantil y autor del podcast Criar sin miedo, revela el truco "les dejan en paz". Este método, basado en respetar el ritmo natural de los niños, está ganando cada vez más atención.

Con el reciente Real Decreto que obliga a incluir más frutas y verduras en los colegios, la enseñanza de hábitos saludables es prioritaria. González sostiene que no es necesario forzar ni imponer alimentos, sino que "los niños, al igual que los adultos, pueden comer comida normal".

El truco para lograr que los niños coman: "Les dejan en paz"

El pediatra explica que el secreto para que los niños coman una dieta variada es simplemente respetar sus tiempos y preferencias sin presiones. En su experiencia personal, recuerda cómo le desagradaban ciertos alimentos como la manzana, pero cuando su madre le dijo "pues si te dan asco, cariño, come otra cosa", se sintió comprendido y no obligado.

Critica además la rigidez de horarios y la obligación de comer ciertos alimentos a horas específicas, que en España muchas veces se aplican sin adaptarse al niño. "La mayoría de personas no necesitan que un médico o un nutricionista les diga lo que tiene que comer. Sencillamente comen lo que les da la gana", señala.

Por eso, defiende que "los niños, al igual que los adultos, pueden comer comida normal porque ese es el objetivo a largo plazo". Para el pediatra, prácticas como distraer a los niños con dibujos animados o forzarles a comer con trucos solo dificultan la adquisición de buenos hábitos.

González insiste que esta técnica es la mejor manera de conseguir que los niños coman sano es con el ejemplo de los padres y cuidadores. "Lo que tienes que hacer es comer tú cosas sanas", afirma.

El pediatra advierte que insistir demasiado en que los niños coman ciertos alimentos puede provocar rechazo, mientras que una actitud relajada y natural favorece la curiosidad y la aceptación. La clave está en confiar en que, con paciencia y sin imposiciones, los niños acabarán incorporando hábitos saludables que perdurarán toda la vida.