La crianza infantil con frecuencia genera más dudas que certezas. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre la permisividad y el establecimiento de límites? Carlos González, pediatra y especialista en crianza, analiza cómo la sociedad moderna y la rápida evolución de las dinámicas familiares afectan el desarrollo de los niños.
En su reciente entrevista con la revista Cuerpo Mente, González aborda estos y otros temas relacionados con la crianza, advirtiendo sobre la confusión común entre permisividad y negligencia.
Permisividad vs. negligencia en la crianza de los niños
Según el pediatra Carlos González, el concepto de permisividad es muchas veces malinterpretado. Aunque a menudo se asocia con la falta de límites, en realidad, este estilo parental implica un enfoque en el cariño y la comprensión hacia el niño.
González explica que, mientras la permisividad da pocas normas rígidas, sí se centra en brindar amor, apoyo emocional y atención al niño.
A diferencia de la permisividad, la negligencia se caracteriza por la falta tanto de normas como de afecto. Los padres negligentes se desentienden de las reglas y muestran desinterés por el bienestar emocional de sus hijos.
"Un padre permisivo puede permitir que su hijo salte en el sofá o corra por la casa, pero está presente, lo escucha, le da afecto. Un padre negligente, en cambio, no se involucra ni emocionalmente ni en cuanto a la supervisión básica", señala González.
¿Qué está faltando en la crianza moderna, según el pediatra?
Carlos González también reflexiona sobre las carencias que la crianza actual enfrenta en comparación con generaciones pasadas. En su relato personal, explica que en su infancia no acudió a la escuela hasta los cinco años, y apenas se separó de sus padres hasta llegar a la universidad.
En ese entonces, las guarderías eran una rareza y los niños pasaban mucho tiempo en casa, bajo la supervisión directa de sus padres.
Hoy en día, sin embargo, los niños pasan gran parte de su tiempo fuera de casa, tanto en la escuela como en actividades extraescolares, con poco tiempo para estar con sus padres. "Hoy en día, la mayoría de los niños están escolarizados y se quedan a comer antes del año. Nunca antes tantos niños habían pasado tantas horas al día separados de sus padres desde tan pequeños", analiza.