Durante el cónclave que elegirá al próximo papa, un grupo de mujeres alzó la voz en las afueras del Vaticano. La organización Women's Ordination Conference (WOC) realizó una protesta simbólica con humo rosa para exigir mayor participación femenina en las decisiones de la Iglesiacatólica.
La acción se llevó a cabo en un parquecercano a la basílica de San Pedro. Desde allí, las activistas lanzaron una fumata rosa, imitando el humo que anuncia la elección papal. Esta vez, el mensaje fue claro: visibilizar la ausencia de mujeres en los espacios de poder eclesiástico.
Kate McElwee, directora ejecutiva de la WOC, afirmó que la fumata es una señal de urgencia.
"Mientras un grupo de 133 hombres ordenados se reúnen a puerta cerrada para tomar una decisión trascendental sobre el futuro de la Iglesia Católica, nosotras, defensoras de la ordenación de mujeres, lanzamos humo rosa sobre el Vaticano para exigir la plena igualdad de las mujeres en la Iglesia Católica", explicó a EFE la directora ejecutiva de la WOC, Kate McElwee.
McElwee definió el humo rosa también como una "llamada de socorro que los cardenales no pueden ignorar" y aseguró que la igualdad de las mujeres dentro de la Iglesia no puede esperar.
La activista señaló que a pesar de que más de la mitad de los 1400 millones de católicos del mundo son mujeres, "no hay ninguna presente en la sala que decida quién será el líder de la Iglesia global".
¿Por qué protestar durante el cónclave?
El cónclave representa un momento crucial para la Iglesia. Las activistas eligieron este contexto para denunciar lo que consideran una exclusión histórica. Señalan que más de la mitad de los católicos son mujeres, pero ninguna participa en la elección del máximo líder espiritual.
La fumata rosa busca sacudir la conciencia colectiva. Bajo el lema "Smoke out sexism", la protesta apunta al machismo persistente dentro del Vaticano. No se trata solo de ocupar un lugar en el cónclave, sino de tener una voz real en las decisiones que afectan a toda la comunidad católica.
¿Puede esta demanda cambiar el rumbo de la Iglesia?
Desde la WOC reconocen los gestos de apertura impulsados por el Papa Francisco, los cuales marcaron un importante punto de partida. Sin embargo, consideran que el nuevo papa debe continuar con su legado, avanzando hacia una mayor inclusión de las mujeres en la Iglesia, especialmente en los ministerios ordenados, una barrera estructural que aún persiste.
Las activistas creen que una Iglesia más justa necesita más que símbolos. Reclaman cambios concretos que incluyan a las mujeres en todos los niveles de responsabilidad. La fumata rosa fue un llamado a construir una Iglesia verdaderamente inclusiva. Una Iglesia donde todas las voces cuenten.