

El colágeno es una proteína vital que une los tejidos conectivos como la piel y las articulaciones en el cuerpo humano. Más allá de su asociación con la estética, desempeña un papel fundamental en la protección de los huesos y la elasticidad de la piel. La buena noticia es que no hace falta gastar fortunas para incorporarlo a la dieta: basta con rescatar una receta ancestral que, además de colágeno, aporta hierro, magnesio y otros minerales clave para combatir la anemia y fortalecer el sistema óseo.
El caldo de huesos -ya sea de pollo, res o pescado- es una de las preparaciones más antiguas que se utilizaban en tiempos de enfermedad. Hoy la ciencia confirma lo que la sabiduría popular sabía: al cocinar los huesos por varias horas, se extraen aminoácidos, minerales y colágeno que favorecen la regeneración de tejidos, combaten la inflamación y nutren profundamente.

El caldo de huesos lleno de magnesio, hierro y colágeno que combate los dolores en las articulaciones
Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, el colágeno tiene las siguientes funciones y propiedades:
- Resistencia al cartílago articular: el colágeno ayuda a dotar al cartílago articular de resistencia ante las presiones que se generan durante el movimiento de las articulaciones.
- Elasticidad y resistencia de los tendones: los tendones son estructuras fibrosas que conectan los músculos con los huesos. El colágeno proporciona elasticidad y resistencia a estos tendones, lo que permite estiramientos adecuados durante la actividad muscular y ósea.
- Soporte para la actividad muscular y ósea: además de los tendones, el colágeno juega un papel clave en la salud muscular y ósea en general. Ayuda a mantener la estructura y la función de los músculos, así como la densidad y la resistencia de los huesos.
Caldo de huesos, el plato ideal que aporta más colágeno al organismo
Incorporar colágenoa través del caldo de huesos de res es una práctica recomendada por expertos debido a sus beneficios para la piel. Este plato tradicional no sólo preserva la elasticidad cutánea y proporciona firmeza, sino que también ayuda a retrasar la formación de arrugas y la pérdida de tonicidad.

Qué necesitas para preparar un caldo de huesos
Para hacer un buen caldo de huesos necesitas lo siguiente:
- 1 kilo de huesos (pueden ser de res, pollo o pescado)
- agua filtrada
- 2 cucharadas de vinagre de manzana (para ayudar a extraer los minerales)
- una cebolla
- un par de zanahorias
- apio y ajo al gusto
- Si puedes acceder a huesos con tuétano o articulaciones, mejor: ahí es donde se concentra la mayor cantidad de colágeno.
- Evita huesos cocidos previamente, ya que han perdido buena parte de sus propiedades.
Paso a paso: paciencia y fuego lento
- Coloca todos los ingredientes en una olla grande
- Cubre con agua y añade el vinagre
- Lleva a ebullición y luego baja el fuego al mínimo
- Lo ideal es cocinarlo entre 8 y 24 horas
- Puedes ir retirando la espuma que sube a la superficie
- Al finalizar, cuela el líquido y conserva en frascos.
- Puedes guardarlo en la nevera por una semana o congelarlo para tenerlo siempre a mano.












