Un equipo de arqueólogos israelíes ha logrado un descubrimiento histórico que ha reavivado el interés por los relatos bíblicos. Gracias a la técnica del carbono 14, se ha podido fechar con precisión una estructura de más de 2.000 años, confirmando un pasaje del Antiguo Testamento.
Este hallazgo se produjo en la Ciudad del David, en Jerusalén, y ha sido descrito por las autoridades israelíes como una “verificación científica directa de una historia bíblica”, lo que supone un paso relevante para la arqueología bíblica contemporánea.
Qué parte de la Biblia fue confirmada con este hallazgo
La estructura en cuestión es una muralla construida durante el reinado del rey Uzías, un monarca del reino de Judá mencionado en el libro de Isaías. Según los arqueólogos, los restos de la muralla fueron localizados en las laderas de la Ciudad del David, una zona arqueológica clave en Jerusalén.
El descubrimiento fue anunciado por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) y el Instituto Weizmann de Ciencias, que destacaron que la estructura puede ser datada entre los siglos VIII y IX a.C. Esta franja temporal coincide con el periodo histórico atribuido a Uzías.
“Por primera vez, una estructura que coincide con un relato bíblico ha sido fechada directamente por radiocarbono”, declaró Joe Uziel, director del Instituto de Arqueología de la IAA.
Qué importancia tiene la Ciudad de David para la arqueología
La Ciudad del David es uno de los yacimientos más importantes de Jerusalén. Se considera el núcleo original de la ciudad antigua y ha sido objeto de intensas excavaciones en las últimas décadas. El sitio está gestionado por la organización Elad y recibe miles de visitantes al año.
Esta zona ha proporcionado evidencias de ocupación desde la Edad del Hierro, y es central para entender la Jerusalén bíblica. Según el relato bíblico, fue allí donde el rey David estableció su capital, y desde entonces ha sido el corazón simbólico del pueblo judío.
Los restos descubiertos ahora se suman a otras estructuras previamente localizadas, como canales de agua, casas y fortificaciones. Pero esta muralla es especialmente relevante por la confirmación científica de su antigüedad, y por su vínculo directo con un personaje bíblico documentado.
Qué implica este hallazgo para el estudio de la Biblia
La técnica de datación por radiocarbono aplicada en este caso representa un avance en la validación de fuentes antiguas. Los arqueólogos explicaron que utilizaron muestras orgánicas recogidas en las capas adyacentes a los cimientos de la muralla, lo que permitió establecer un marco temporal confiable.
Este descubrimiento es significativo porque pone en evidencia que algunos relatos bíblicos podrían tener una base histórica comprobable. Aunque no confirma todos los aspectos del relato, sí respalda la existencia de infraestructura defensiva en la época de Uzías, tal como describe el libro de Isaías.
“La arqueología no busca probar la Biblia, pero cuando los datos coinciden, es fascinante”, indicó Uziel. “Nos enfrentamos a un nuevo escenario en la investigación del pasado”.
El hallazgo ha sido recibido con entusiasmo tanto en círculos académicos como en la comunidad religiosa. Marca un precedente para futuras investigaciones que buscan tender puentes entre los textos sagrados y la ciencia.