

Mientras España bate su récord poblacional con 49,3 millones de habitantes, la provincia de Córdoba vive un retroceso preocupante. En los primeros seis meses de 2025 ha perdido 2383 residentes, el mayor descenso de todo el país, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados el 7 de agosto.
No es una caída puntual. Desde 2013, Córdoba ha visto marchar a cerca de 30.000 personas, y las proyecciones advierten que podrían irse otros 21.000 en los próximos 15 años. En un territorio donde el 21,8% de la población supera los 65 años, la combinación de envejecimiento, baja natalidad y oportunidades limitadas está vaciando pueblos y barrios.
Una provincia que muere más de lo que nace
El crecimiento vegetativo negativo es la raíz del problema: cada año mueren más personas de las que nacen. A esto se suma una inmigración insuficiente. Solo el 3,6% de la población es extranjera, frente al 14% de la media nacional, y en 2025 apenas llegaron 221 residentes foráneos.
Esta baja entrada de nuevos habitantes impide equilibrar la balanza demográfica. Sin un flujo migratorio más alto, la pirámide poblacional sigue inclinándose hacia las edades más avanzadas.

Jóvenes que se marchan y pueblos que se apagan
La fuga de jóvenes es otro de los grandes motores del declive. Un barómetro provincial de 2023 reveló que la mitad de los menores de 34 años se ha planteado marcharse, y en el caso de los universitarios, uno de cada tres ya lo ha hecho, tal como lo recordó el sociólogo David Moscoso en Cadena Ser.
En los pueblos pequeños, la situación es más grave: el cierre de escuelas, la pérdida de transporte público y la falta de empleo aceleran el abandono. Menos vecinos significa menos actividad económica, lo que provoca un círculo de despoblación cada vez más difícil de romper.
La carrera por revertir el éxodo poblacional en Córdoba
En marzo de este año, Izquierda Unida lanzó la Mesa contra la Despoblación para trazar un plan integral que incluya incentivos a empresas, mejoras en transporte y servicios públicos, y proyectos de transición energética.

En tanto, otras provincias, como Sevilla, han puesto en marcha medidas fiscales para atraer a nuevos residentes, como deducciones de hasta 400 euros en municipios despoblados. En Córdoba, expertos advierten que sin un cambio profundo en el modelo económico y en la atracción de talento, el mapa demográfico seguirá tiñéndose de gris.












