La Unión Europea dio un paso decisivo hacia la modernización total de sus fronteras. Desde el pasado 12 de octubre de 2025, comenzó a funcionar el nuevo Sistema de Entrada y Salida (EES), que reemplaza el clásico sello del pasaporte por un registro automatizado con datos personales y biométricos.
La medida busca reforzar la seguridad y controlar con precisión el tiempo que cada visitante pasa dentro del espacio Schengen.
Hasta ahora, el control se limitaba a una marca física en el documento, un método que, aunque simbólico, era poco eficiente para prevenir irregularidades.
Con el EES, la Unión Europea introduce una base de datos común que permitirá identificar de forma inmediata a quienes superen el límite de estancia o incumplan las normas migratorias.
¿Cómo funciona el nuevo sistema EES y a quiénes afecta más?
El Sistema de Entrada y Salida (EES) se aplicará en 29 países europeos, desde España y Francia hasta Noruega y Liechtenstein.
Su implementación será gradual, y para abril de 2026 estará plenamente operativa. A diferencia del sistema anterior, ahora cada viajero no comunitario será registrado mediante su nombre, datos del pasaporte, huellas dactilares y una fotografía facial, que quedarán almacenados electrónicamente.
Este cambio apenas afectará a los ciudadanos de la Unión Europea, quienes seguirán circulando sin controles fronterizos internos.
En cambio, los turistas extracomunitarios —británicos, estadounidenses, latinoamericanos y otros visitantes con visado— sí deberán pasar por máquinas automáticas que escanearán sus documentos y captarán sus datos biométricos.
La Comisión Europea asegura que el proceso se realizará con pleno respeto de los derechos fundamentales y la protección de datos.
En España, el Ministerio del Interior confirmó que el EES se estrenará primero en los aeropuertos de Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat y Málaga-Costa del Sol, para luego extenderse a las fronteras terrestres y marítimas. Durante seis meses convivirá con el sello tradicional, que desaparecerá definitivamente en abril de 2026.
¿Qué otras innovaciones transforman la forma de viajar por Europa?
La digitalización no se limita al control fronterizo. En paralelo, Aena impulsa un ambicioso plan de modernización de los controles de seguridad, con nuevas tecnologías que prometen agilizar la experiencia de los pasajeros.
Entre ellas destacan los escáneres 3D de equipaje de mano, capaces de detectar líquidos y dispositivos electrónicos sin necesidad de sacarlos de las mochilas.
Estos equipos, basados en tecnología EDSCB, generan imágenes tridimensionales de alta precisión que facilitan la detección de amenazas. Su instalación comenzó en 2024 y se extenderá a los principales aeropuertos del país —como Valencia, Bilbao, Gran Canaria o Tenerife Sur— hasta 2026.
Además, los aeropuertos españoles están incorporando sistemas de acceso biométrico y líneas automatizadas con retorno automático de bandejas (ATRS), un avance que reduce los tiempos de espera y mejora la seguridad.
Con una inversión total de 1170 millones de euros, Europa avanza hacia un modelo de viajes completamente digitalizado, donde la identificación física queda atrás y la tecnología se convierte en la nueva frontera del movimiento global.