

Desde UNA y Cambiemos denunciaron irregularidades en el recuento de los votos durante las últimas elecciones primarias. No obstante, mientras en el espacio liderado por Sergio Massa negaron por el momento que vayan a efectuar un reclamo en la Justicia, en el que promovió a Mauricio Macri como candidato a presidente pidieron en el fuero electoral la nulidad de mesas en la provincia de Buenos Aires y la apertura de urnas de seis distritos.
Felipe Solá, candidato a gobernador de Buenos Aires por UNA, denunció que fue víctima de irregularidades en varias mesas de votación durante las PASO del 9 de agosto y, según calculó, perdió 192.446 votos, el equivalente a 2,21% de los sufragios emitidos. No obstante, desde su entorno aseguraron que no irán a la Justicia.
De acuerdo con el análisis de Solá, de haberse contabilizado esos votos, habría quedado en segundo lugar detrás de María Eugenia Vidal, la aspirante a gobernadora del PRO, si se tiene en cuenta el desempeño individual. El ex mandatario bonaerense evaluó que en lugar de los 1.503.783 votos que le asignaron oficialmente, debería haber registrado 1.696.229, lo cual le habría alcanzado para desplazar a Aníbal Fernández como segundo candidato más elegido.
Solá detalló que está realizando en su casa junto a seis colaboradores un relevamiento, en el que detectó que en numerosas mesas se registraron "cero" votos para UNA en la categoría a gobernador, mientras que Sergio Massa y José Manuel de la Sota sí obtuvieron sufragios. Al analizar en detalle, descubrieron que la diferencia entre lo obtenido por Solá y lo cosechado en conjunto por Massa y De la Sota fue del 2,35%.
Según allegados al ex gobernador bonaerense, la primera reacción fue atribuir esa asimetría a un "corte de boleta", pero al comprobar que en muchas mesas no se informó ni un solo voto para Solá, las sospechas fueron en aumento. "Solamente en Mar del Plata, en 120 mesas tengo cero votos: 15.000 votos me afanaron ahí", afirmó Solá, quien también deslizó que no le computaron votos en 190 de las mesas de La Matanza. Solá reunió el 19,55% de los votos bonaerenses y quedó detrás de Vidal (29,43%) y Aníbal Fernández (21,16%), pero por delante del otro precandidato del Frente para la Victoria, Julián Domínguez (19,18%).
El candidato massista destacó incluso que el fraude en su contra se realizó con la firma de fiscales del Frente Renovador, y no desechó la posibilidad de que dicha situación se haya producido porque "alguno pagaba viáticos más altos". Desde el entorno de Solá dijeron que "nos fijamos en nuestros votos", pero quizás sucedió lo mismo con otros espacios políticos durante las PASO.
En Cambiemos, en tanto, llevaron sus planteos a la Justicia electoral sobre las presuntas irregularidades que hallaron en los comicios del domingo en territorio bonaerense. Lo hicieron Sergio Iacovino, Santigo Espil y José Fernández, los apoderados del espacio, quienes aseguraron que "en varias escuelas donde no estaban presentes autoridades electorales, solían actuar personas que no estaban identificadas en su lugar, impidiendo la actuación de los fiscales partidarios".
De acuerdo a la denuncia, en una escuela de La Matanza el escrutinio fue hecho "por fiscales partidarios, en violación del artículo 101 del Código Electoral que sólo autoriza al presidente de mesa, auxiliado por el suplente". También advirtieron que en una escuela de Esteban Echeverría, un fiscal general del Frente para la Victoria "se arrogó el cargo de delegado electoral y designó de manera arbitraria una autoridad de mesa que no figuraba en el padrón" y agregaron que en una escuela de Lomas de Zamora un grupo de fiscales de Cambiemos "fue amenazado con armas de fuego por un grupo de militantes del Frente para la Victoria". Laura Alonso, diputada del PRO, también realizó el reclamo pertinente por irregularidades en una mesa de el partido bonaerense de Merlo.













