Mauricio Macri se transformó ayer, al menos por unas horas, en el "compañero Mauricio". En un acto que contó con toda la liturgia peronista, una nutrida presencia sindical y la participación de Eduardo Duhalde, Hugo Moyano y Gerónimo Momo Venegas, el líder del PRO inauguró el primer monumento al ex presidente Juan Domingo Perón en la Ciudad, al cumplirse 120 años de su nacimiento.
Macri no cantó la marcha peronista, interpretada por el hijo de Hugo del Carril, pero peronizó su discurso con cuidado prodigioso. Al descubrir la estatua de cinco metros donada por la Legislatura porteña y situada en la plaza que está frente a la Aduana, entre Paseo Colón, Moreno, Azopardo y Belgrano el postulante presidencial de Cambiemos llamó a levantar las banderas de la justicia social y hasta se animó con un "todos unidos triunfaremos".
"Quiero decirles que Perón marcó varias guías para mí en las tareas que llevo adelante, respetando ese justicialismo y esa justicia social. La primera que mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar", afirmó rodeado de los dirigentes peronistas; la ex secretaria privada de Eva Perón, Nélida de Miguel; y parte de su tropa, como el autor del proyecto Cristian Ritondo, la candidata a gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal; Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli,
No es que el líder de PRO haya decidido abrazar de manera tardía la causa peronista. A 16 días de las elecciones, y afectado por el escándalo Niembro, la intención es pelearle el voto justicialista anti K a Sergio Massa y frenar así el repunte que su adversario viene registrando en las encuestas. Pero la pregunta es inevitable. ¿Suma votos hacer un acto de campaña en homenaje a Perón junto a Moyano, Duhalde y Venegas? En el PRO aseguran que sí. Creen que mostrarse al lado de estos dirigentes que tienen un importante estructura para movilizar electores rompe el voto duro y ablanda el perfil de "empresario neoliberal" que carga Macri.
El principal objetivo dicen es neutralizar el histórico prejuicio electoral de que este país sólo puede ser gobernado por el peronismo. O, al menos, rebatir la chicana kirchenrista de que con los gremios enfrente, un gobierno macrista duraría apenas tres minutos. Por las dudas, ante tanto bombo liderado por el histórico Tula, Macri aclaró al final del acto, que además de ser un día peronista, era un día del PRO.