La última vez se fue de Buenos Aires sin la cita que le habían anunciado con Cristina Kirchner y criticado por medio gabinete. Arturo Valenzuela, recién designado secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, había confesado, ante las preguntas de un puñado de periodistas argentinos en la Embajada estadounidense el 16 de diciembre de 2009, que los empresarios americanos afincados en el país le habían dicho que la inseguridad jurídica era un problema.

Esa declaración en los diarios del día siguiente le valió convertirse en poco menos que el demonio para la Casa Rosada. Néstor Kirchner, incluso, lo acusó en un discurso en un acto de creer que todavía existen los virreyes. Querido señor subsecretario, empiece mirando por casa, por ver qué seguridad jurídica le brinda a sus ciudadanos, le dijo.

Pero Valenzuela, que dio sus primeros pasos en la burocracia de Washington durante la presidencia de Bill Clinton un mandatario integrante del altar de la admiración del matrimonio Kirchner se tomará revancha este mes: viajará a la Argentina y también a Chile, su nación de origen entre el 9 y el 15 de enero, con la intención declarada de estrechar las relaciones con esos aliados regionales, según informó ayer el Departamento de Estado.

Según publicó la Agencia EFE,

Valenzuela se reunirá con altos funcionarios de ambos países para abordar asuntos de interés mutuo, incluida la cooperación bilateral y regional.

Hasta ayer, no estaba prevista una reunión de Valenzuela con Cristina Kirchner, aunque nadie la descartaba en el Gobierno.

Como en su visita anterior, Valenzuela tiene previstos encuentros con dirigentes políticos de la oposicición y de la sociedad civil.

La nueva llegada de Valenzuela a Buenos Aires se produce en un contexto enrarecido por los cables del Departamento de Estado reveledos por Wikileaks a fines del año pasado. El mismo funcionario fue objeto de un despacho confidencial en el cual la Embajada en Buenos Aires hizo un relato pormenorizado del revuelo que causaron en la prensa las declaraciones de Valenzuela ante los periodistas sobre las preocupaciones de los empresarios. En ese despacho, la Embajada se quejó por lo que consideró un tratamiento sensacionalista de los dichos del funcionario, a pesar de que ante los periodistas Valenzuela se explayó sobre el malestar de los empresarios estadounidenses por lo que llamaron la inseguridad jurídica.

En otros cables secretos revelados por Wikileaks, la Embajada hizo duras críticas a los gobiernos de Cristina y Néstor Kirchner, lo cual motivó un pedido de disculpas telefónico de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, con Cristina Kirchner.