La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, analizó los últimos días de la gestión del presidente Mauricio Macri y recalcó la necesidad de "gobiernos más austeros".

"No podemos pedirle más esfuerzo a la gente si no damos señales contundentes. Nosotros en la Provincia hemos recortado el presupuesto de la Legislatura, hemos pedido declaraciones juradas públicas a todos los funcionarios y eliminado las jubilaciones de privilegio", señaló en diálogo con el canal TN.

Y continuó: "No crean que yo no se que algunos políticos de la Provincia no están de acuerdo, pero hay que tomarlas para poder continuar este camino. El ejemplo lo tenemos que dar nosotros".

">

La mesa chica y la herencia recibida

Vidal, además, dio detalles sobre cómo se tomaron algunas medidas en las últimas semanas y descartó que la famosa "mesa chica" de la Casa Rosada tenga peso real.

"La mesa chica está sobreestimada. Mauricio Macri escucha a todos, habla con todos sus funcionarios, con periodistas, con vecinos. Muchas veces va a ver a la gente a su casa y no sale en los medios. Es totalmente horizontal", señaló.

Y añadió: "Después sí hay espacios necesarios para la coordinación, más que una mesa chica, que cada tanto se reúne".

La funcionaria se refirió, por otra parte, al "gradualismo" con el que el Gobierno buscó reencausar las cuentas del país en estos dos años y medio de gestión.

"Esto es como un viaje a Mar del Plata: tan rápido como sea posible y tan lento como sea necesario. Respetar las señales para no chocar, el tráfico que haya, no demorar innecesariamente. En nuestro caso, el ritmo lo marcó aquel que nos prestó el dinero para hacerlo más lento", graficó.

Y concluyó: "Hubiera sido mucho peor ir a un camino de ajuste brutal. Lo que marcó cuán lento podíamos ir fue el financiamiento externo. Y el mundo apostó por nosotros, y lo sigue haciendo".