No era el eje de la reunión virtual que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, tenía en mente delinear con casi 40 entidades representantes de los distintos eslabones de las cadenas agroalimentarias de todo el país, pero el caso Vicentín fue inevitable aunque no excluyente.
Ocurrió en la previa al encuentro entre el presidente Alberto Fernández y los directivos de cerealera y a la puesta en marcha de la intervención estatal, como paso previo a la expropiación de la empresa.
Según pudo reconstruir El Cronista con varios de los referentes que participaron del encuentro, que aglutinó a productores, de las empresas de insumos para el campo, de las bolsas y mercados agrarios, de exportadores de granos, carnes y otras actividades del sector, el tema Vicentin fue el primero que abordaron con el dirigente del Frente Renovador.
Coincidieron, en estricto off the record, que Massa buscó llevar tranquilidad a los distintos actores de la cadena del agro en cuanto a que la decisión oficial busca evitar la desaparición de un jugador importante en el comercio de granos argentino y que la determinación que no cayera en manos de capitales transnacionales.
Los referentes de productores, intermediarios, agroexportadores le manifestaron la creciente preocupación sectorial ante el avance del Estado sobre la empresa, primero con la intervención y luego con el proyecto de expropiación, y por sus eventuales ramificaciones hacia otras firmas o sectores también en problemas.
Ante el planteo, Massa les aseguró que el Gobierno busca superar la crisis en la que se encuentra y que pueda volver a operar con normalidad.
Recalcó que es un caso puntual y no una regla, insistió, en un intento por despejar los temores a que éste sea el puntapié a una ola estatizadora.
“No somos Venezuela. Esta es una intervención constructiva, para entender mejor el negocio y evitar que se extranjerice , les dijo el ex jefe de Gabinete del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a los referentes de la agroindustria.
Valoró el rol del sector agropecuario y coincidió con los dirigentes en que será clave en la recuperación de la economía post pandemia. Y una vez más sobre la intervención amistosa en Vicentin, reforzó que una quiebra de la cerealera habría acarreado mayores problemas al país y sobre todo a otras empresas que podrían tener negado el acceso a créditos por el negativo antecedente de la agroexportadora.
Si bien los dirigentes escucharon las explicaciones de Massa, no quedaron convencidos y el camino elegido por el Gobierno para sortear la crisis de Vicentin dista mucho de dejarlos sin preocupaciones. Es más, desde el jueves último, se acumularon las declaraciones de cámaras de diversas actividades agropecuarias contrarias a la intervención y posterior expropiación de la firma.
Pasado el caso Vicentin, la reunión encabezada por Massa se focalizó en el objetivo por la que fue convocada: las posibilidades que tiene el campo y toda su industria ligada de cara a la próxima década. Las entidades vienen trabajando en conjunto desde hace meses, “todas unidas pensando la agroindustria del futuro .
La iniciativa, un tejido acordado por las casi 40 entidades del sector, será presentada en los próximos días a distintos funcionarios y apunta al diseño de políticas públicas a largo plazo que permitan el desarrollo de una “agroindustria federal y sustentable para el desarrollo del interior y apuntalar el crecimiento de la economía.