Este lunes, un día después de la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, siguen llegando señales negativas para el Gobierno. Más allá de la inestabilidad que generó el resultado adverso en los mercados -con subas del dólar hacia el techo de la banda, aumento del riesgo país y caída de acciones y bonos-, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó el índice de producción industrial manufacturero (IPI) de julio, que mostró una caída de 1,1% interanual y de 0,9% respecto al mes anterior.
La baja interanual rompe una racha de siete meses consecutivos de crecimiento. Desde diciembre de 2024, cuando el índice subió 8,7%, la industria venía mostrando avances: enero con 7,5%, febrero con 5,7%, marzo con 5,1%, abril con 8,9%, mayo con 6,1% y junio con 9,4%.
Sin embargo, en todos esos meses, la medición mensual se mantuvo en terreno negativo o plano, lo que evidenciaba una recuperación interanual sostenida pero con debilidad en el corto plazo. En julio, esa tendencia se quebró. "El índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 2,3% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una disminución de 0,9%", señaló el informe oficial.
El retroceso se explica por el desempeño negativo de nueve de las dieciséis divisiones que componen el índice. La más significativa fue alimentos y bebidas, que cayó 3,0% interanual, con fuertes bajas en la molienda de oleaginosas, la elaboración de vino y otros productos alimenticios. También se contrajo la producción de bebidas, especialmente jugos para diluir y sidras, aunque se registraron subas en sodas, aguas y bebidas espirituosas.
Otro sector con fuerte impacto fue el de prendas de vestir, cuero y calzado, que retrocedió 10,7%, afectado por la caída en la fabricación de calzado y una menor demanda interna que arrastró a los hilados y tejidos.
La industria automotriz también mostró señales de desaceleración, con una baja de 8,4% en julio. La producción de vehículos cayó 13,3% y las autopartes, 10,6%, en un contexto de menor actividad en las terminales y caída de exportaciones a Brasil.
La fabricación de productos de metal se redujo 8,5%, con una fuerte contracción en los productos metálicos para uso estructural, vinculada a tareas de montaje y mantenimiento industrial. También se observó una menor demanda desde la industria automotriz.
En sustancias y productos químicos, la caída fue de 2,0%, con una fuerte baja en detergentes, jabones y productos personales, afectada por la menor demanda de cosméticos, fragancias y productos de limpieza. Maquinaria y equipo retrocedió 4,7%, con caídas en maquinaria agropecuaria y de uso general. Los productos textiles mostraron una baja de 10,1%, con retrocesos en fibras, hilados y tejidos. Las industrias metálicas básicas cayeron 2,0%, arrastradas por la siderurgia, mientras que los productos de caucho y plástico se contrajeron 0,2%, con una fuerte caída en neumáticos.
En contraste, siete divisiones mostraron subas interanuales. Se destacaron otros equipos, aparatos e instrumentos, con un crecimiento de 15,9%, impulsado por los equipos eléctricos y los de informática y comunicaciones. También crecieron madera, papel, edición e impresión, muebles y colchones, productos minerales no metálicos, refinación del petróleo, otro equipo de transporte -especialmente motocicletas- y productos de tabaco.
El informe del INDEC también relevó las expectativas del sector para el trimestre agosto-octubre. El 38,9% de los empresarios espera una caída en la demanda interna, mientras que el 23,7% proyecta una baja en las exportaciones totales. En cuanto a la utilización de la capacidad instalada, el 24% anticipa una disminución. El clima de incertidumbre se refleja también en las proyecciones sobre empleo, horas trabajadas y necesidades de crédito, que muestran una tendencia a la baja en todos los casos.