La feria judicial de verano, cuestionada por los funcionarios del Ejecutivo actual por su extensión, llegará a su fin esta semana, el jueves puntualmente, con el inicio de febrero. Y tras un mes de descanso, en el que se atendieron sólo causas urgentes, los principales jueces federales comenzarán a tratar expedientes sensibles principalmente para ex funcionarios del gobierno anterior, con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza.
La llegada de febrero representa, para Cristina, que se retomen expedientes abiertos que tiene en Comodoro Py. El central, por estas horas, es el que investiga el encubrimiento a Irán por el atentado a la AMIA, por el que el juez Claudio Bonadio ordenó su detención y pidió su desafuero, no concretado justamente porque no se abrió el trámite parlamentario para discutirlo. Se espera que la causa sea elevada a juicio durante este primer semestre y que en 2019 la ex presidenta, con el ex jefe de Legal y Técnica Carlos Zannini -detenido- y el ex canciller Héctor Timerman, tenga que rendir cuentas ante un tribunal oral federal.
Pero hay otras causas más avanzadas contra la ex mandataria, que esperan resolución este año. Dólar futuro, el expediente que más chances tiene de que la sobresean según creen en su entorno, irá a juicio oral en el corto plazo. Y, en paralelo, se espera que transcurras el mismo camino los casos más complejos, vinculados a corrupción. Hotesur, Los Sauces y Obra Pública son los tres que podrían llegar a esa instancia en el mediano plazo. La causa por la denominada ruta del dinero "K", que tiene a Lázaro Báez como principal involucrado, por ahora no involucra a Cristina, por decisión del juez Sebastián Casanello, que todavía no la citó a indagatoria.
Detenido desde octubre, Julio De Vido, ex ministro de Planificación que manejó una caja global de más de u$s 100 millones en sus 12 años de gestión, es el otro ex funcionario que tiene un juicio clave por delante. El que debe determinar su culpabilidad, o no, en la Tragedia de Once, de 2012. De ser condenado, podría ser sometido a una pena de entre cinco y ocho años de prisión. Además, para principios de mes, se espera que haya novedades en la causa por el presunto pago de sobreprecios en las compras de GNL ordenadas por De Vido. Ese expediente es uno de los dos que lo llevó a prisión. El otro, por presunto fraude en la construcción de la mina de Río Turbio, por el que está procesado.
Amado Boudou, finalmente, es el otro ex funcionario K que tendrá un juicio por delante, que en realidad ya comenzó el año pasado: por la compra de la imprenta ex Ciccone. No obstante, es enriquecimiento ilícito la causa que llevó a Boudou a prisión -hoy está libre-, y en la que se prevé que este año se avance y se dictamine otro procesamiento contra el ex vicepresidente de la Nación.