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La instalación mediática, durante el fin de semana, de VictoriaTolosaPaz como la candidata más probable a encabezar la lista de diputados del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires disgustó sobradamente a buena parte de la dirigencia que se enrola detrás de la vicepresidenta Cristina Kirchner. No parece el caso de la presidenta del Senado.

La indiscutida líder del espacio político oficialista dio señales de aceptar a la platense, actual presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, pareja del empresario Enrique "Pepe" Albistur, que es a la vez amigo íntimo de Alberto Fernández.

Por usar una alegoría futbolística, Cristina prefiere relegar el estrellato para otras figuras del equipo, sin ceder la estrategia de juego. Ni la hegemonía en la formación inicial.

Las discusiones que hasta la medianoche del sábado 24 continuarán con vistas a definir el armado de la lista de precandidatos estarán marcadas por una certeza: la fuerte impronta cristinista. Algunos integrantes de la sociedad Frente de Todos se animan, incluso, a expresar ese peso específico en términos más corporativos. "Las listas serán 70% de Cristina, con La Cámpora y aliados, y el 30% restante se lo repartirán entre Alberto y Massa", aseguró a El Cronista una voz que oficia de puente entre los protagonistas del tándem.

Nombres en danza

Con Victoria Tolosa Paz como el nombre instalado para encabezar la nómina de diputados todistas en territorio bonaerense, el nombre de un intendente para el segundo lugar comenzó a sobrevolar en el comienzo de la semana. El intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, emergió para disputarle protagonismo al lomense Martín Insaurralde, que en dos semanas encabezó actos con la Vicepresidenta, primero, y con el Presidente después, y pareció así instalarse como "número puesto".

Varios ministros también aparecen en la danza de nombres. Entre ellos, el titular de la cartera de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, parece el más dispuesto a dejar su sillón. Aunque el Presidente calcula los costos y beneficios de ceder figuras del gabinete a la campaña, so riesgo de perder el control de un área en manos de la vicepresidenta.

En la capital federal, hay pocas dudas -o cuestionamientos- respecto de la preeminencia del legislador Leandro Santoro para disputar una elección difícil en la cuna del PRO. Las dudas aparecen con la candidata a diputada que le secundará. el extitular del Partido Justicialista de la Ciudad, Víctor Santa María, impulsaba a su "compañera" Gisela Marziotta, pero Alberto tiene otras prioridades. La vicejefa de gabinete, Cecilia Todesca; la asesora presidencial Cecilia Nicolini, o la vicepresidenta del PJ, María Rosa Muiños, piden lugar entre las posiciones con chances de ingresar a la cámara baja.

En paralelo, y mientras Cristina apuesta por sumar figuras afines en los demás espacios, otra contienda feroz se da en el armado de las candidaturas al Senado en las ocho provincias que renuevan sus representantes. En Tucumán, Catamarca, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Santa Fe, Mendoza y Chubut, la Vicepresidenta quiere poner figuras que le respondan a ella, incluso si estuvieran enemistadas con los gobernadores.

En Santa Fe, la vice impulsa a María de los Ángeles Sacnun para encabezar el binomio, mientras el gobernador Omar Perotti quiere que su adláter, Eduardo Mirabella, se asegure retener la banca ocupando la primera posición. En Córdoba, el gobernador Juan Schiaretti va con candidatos propios, enfrentado con la Casa Rosada, lo que da a esperanzas a Juntos por el Cambio de triunfar pese a la pelea sin cuartel entre Luis Juez y Mario Negri por la cabeza de lista a la cámara alta. En Chubut, el oficialismo buscará instalar un candidato joven con capacidad de barrer la negativa imagen del gobernador Mariano Arcioni, y así es que la Rosada apuesta por el vicejefe de asesores presidencial, el millennialJulian Leunda.