El economista Ariel Coremberg explicó el vientro externo en contra y los factores locales que empujan al dólar a una mayor devaluación. Y dijo que, de la suba del dólar del año pasado, sólo pasó a precios 50%, por lo que la inflación seguirá alta.

El siguiente es un resumen del diálogo que mantuvo con El Cronista:

¿Por qué fluctúa el dólar?

Hasta que lleguen las elecciones habrá mucha incertidumbre, pero además esa incertidumbre llega en un contexto internacional muy frágil y contrario a la situación de los países emergentes.

¿Qué es lo que ocurre en materia internacional?

Hace unos dos días la consultora MCSI cambió el portfolio de emergentes, es decir la cantidad de activos de emergentes en los que conviene invertir, para aumentar títulos chinos. Esto inmediatamente provocó venta de activos de mercados emergentes, entre ellos, de Argentina. La otra cuestión negativa y que es la base del shock externo que pasa el país es la guerra comercial entre China y Estados Unidos que, con respecto al comercio internacional, que provoca una huida a la calidad como la que tuvo lugar en 2001. La sufre América Latina pero Argentina mucho más.

¿Por qué Argentina está peor que otros países de la región?

Si el mundo no compra, las exportaciones de Argentina caen y los precios de los commodities que vendemos tienen una nota negativa.

¿Y respecto del valor de la moneda?

La debilidad de la economía global hace que se fortalezca el dólar a nivel mundial. Toda Latinoamérica devaluó pero Argentina lo hizo al doble.

¿A qué se debe?

Las reservas netas del Banco Central, sin el préstamos del FMI y los swaps de China, son muy bajos, el precio de la soja da una debilidad exportadora y la situación fiscal es muy frágil. Además, hace dos semanas MCSI dijo que Argentina ya no está en situación de ser país emergente sino que tiene elevado riesgo de pasar a ser país fronterizo. Aunque postergó la decisión a agosto. Los capitales ya comenzaron a irse.

¿Cómo pasa esa devaluación a precios?

El valor del dólar subió en 2018 un 112% y sólo pasó a precios 50% el año pasado, con lo cual todavía queda más de la mitad de la devaluación de 2018 más el último salto devaluatorio de casi el 4% para seguir empujando la inflación.

¿Con qué herramientas cuenta el Banco Central para frenar la inflación?

El Estado en general tiene muy pocos instrumentos disponibles. Prácticamente lo único que quedó es la tasa. Hoy está ya más de 6 puntos arriba de los valores de la semana pasada. Por otra parte, al Gobierno le queda muy poco poder político. Y si se dejara fluctuar al dólar todo pasaría a precios.

¿Cómo afecta el panorama electoral?

En cuanto recrudezcan las encuestas electorales, en cuanto muestren que al Gobierno le va a ir mal va a aparecer un fuerte riesgo de que se repita lo que hicieron ayer los grandes inversores: desarmar plazos fijos y dolarizarse.

¿Más tasa no significa más recesión?

Sí ese es uno de los dos riesgos que aparecen combinados, la mayor inflación con recesión, con quiebras de empresas y un mayor desempleo.

El Gobierno confía en que las exportaciones por la cosecha serán récord...

Poner la esperanza en una cosecha habla de la gran debilidad de la economía argentina. Además, hay que ver si se liquidan divisas, porque lo más probable que los exportadores las retengan esperando nuevas subas del dólar.

¿A cuánto tendría que estar el dólar según la inflación?

No querría dar el número, pero una cifra objetiva es el dólar futuro del Rofex que está a $ 58 a fin de año.

¿Cuánto más se extenderán la alta inflación y la recesión?

Las dos lo harán más de lo que se esperaba hasta ahora; la recesión seguramente llegará a octubre, cuando tendrán lugar las elecciones, a pesar de la cosecha. Pero esto tiene que ver también con la incertidumbre política actual, no sólo de parte de la falta de un ministro de economía con un plan económico, sino también por parte de los candidatos de la oposición que no muestran ninguna propuesta para solucionar estos problemas. De esto no se habla.