En un escenario marcada por una caída histórica de la tasa de fecundidad, la competencia de pantallas y un ingreso masivo y descontrolado de juguetes importados de bajo costo la industria del juguete alertó por el cierre de jugueterías y precio de remate que distorsionan el mercado.

De cara a la navidad, una de las fechas de mayor expectativa para el comercio, la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) encendió las alarmas sobre el futuro del sector, que se enfrenta a una tormenta perfecta de factores demográficos, culturales y comerciales.

El informe de la entidad destaca dos ejes principales de preocupación: una contracción estructural de la demanda y una distorsión del mercado por el ingreso “sin precedentes” de mercadería importada, mucha de ella sin la debida certificación de seguridad.

Incluso, la entidad denunció la venta en plataformas de comercio electrónico de juguetes con alertas de retiro (recall) en Estados Unidos y productos que, aunque declarados como “certificados”, no cumplen con la normativa nacional tras ser testeados.

Menos niños, menos demanda

El problema de la industria comienza en las cunas. Desde 2015, la tasa de fecundidad descendió un 42%, pasando de 2,4 a solo 1,4 hijos por mujer. Esta “transformación demográfica profunda” reduce de manera estructural a la población infantil y, con ella, la demanda potencial de juguetes.

Niño mirando un juguete

A esto se suma un cambio cultural: la creciente exposición a pantallas y dispositivos digitales desde edades tempranas compite directamente con el juego físico, creativo y social que promueve el juguete tradicional, desplazando el interés del consumidor.

Sobreestock, menos precio

Mientras la demanda se achica, el mercado se satura por un ingreso masivo de productos del exterior. Entre enero y octubre, las importaciones de juguetes alcanzaron u$s 91,3 millones FOB y 17,5 millones de kilos. Esto representa un incremento interanual del 94% en volumen y del 59,5% en valor.

“En un año pasamos de 199 a 530 importadores de juguetes, de 9 millones a 17,5 millones de kilos importados y con el consumo en caída. Una avalancha sin precedentes”, alertó Matías Furió presidente de la CAIJ.

China explica casi la totalidad de este crecimiento, concentrando el 94,4% del volumen importado, la cifra más alta de los últimos 20 años. Además, el 52% del volumen corresponde a artículos de muy bajo costo (menos de u$s 3 FOB por kilo), confirmando una ola de productos subvaluados y, a menudo, de dudosa procedencia. Se estima que, con estos niveles, 2025 será el año de mayor ingreso de productos en dos décadas, a pesar de la caída del consumo.

Juguetes Inseguros y contrabando

El ingreso desmedido de importaciones, sumado al crecimiento del e-commerce internacional (compras puerta a puerta) y el contrabando (que ya explica el 30% del mercado), genera una seria preocupación por la seguridad de los niños.

Respecto a los productos que ingresan con alertas de retiro en Estados Unidos y que no cumplen con la normativa nacional tras ser testeados Furió enfatizó la necesidad de fortalecer los controles en frontera y asegurar que todas las publicaciones online incluyan el marcado de conformidad (incluido el código QR), para garantizar la trazabilidad y el cumplimiento de las normas de seguridad.

Producto de la competencia desleal y la sobreoferta están la industria nacional está en niveles críticos. “La industria tiene 6 de cada 10 máquinas paradas sin producir", afirmó Furió.

En Estados Unidos, las autoridades de consumo emitieron una nueva alerta de seguridad vinculada a un juguete muy popular entre coleccionistas y niños. Foto: CPSC.

Al mismo tiempo, la entidad reportó el cierre de jugueterías “históricas” como Rossier (Escobar) y Lilián (Trelew), ante la caída de las ventas y los márgenes negativos.

En este contexto, alertaron por la distorsión de precios. El mercado aún absorbe excedentes de stock de 2023, forzando a rematar mercadería para obtener liquidez, lo que genera precios insostenibles y pone en riesgo la continuidad de las empresas.

A pesar de la reducción arancelaria del 15%, la CAIJ sostiene que esta medida “no se trasladó a los precios para las familias”, por lo que el beneficio no impactó en el consumidor, mientras que sí debilitó a la producción nacional.

Consumo responsable

Ante este panorama, la Cámara insta a las familias a priorizar el consumo responsable y seguro, y ha lanzado un plan de acción para estimular las ventas en las fiestas que incluye la Noche de las Jugueterías el 11 de diciembre.

Fuente: Shutterstock
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Además, ponen énfasis en la promoción de la marca sectorial Juguete Argentino, que garantiza calidad y seguridad.

“Invitamos a las familias a elegir un juguete argentino en jugueterías o supermercados, porque estarán eligiendo un producto seguro, de calidad, con trazabilidad, accesible y hecho por PyMEs que generan trabajo en todo el país”, concluyó Furió.