Como el pugilista que es, Hugo Moyano promete dar batalla. El líder de Camioneros midió fuerzas este jueves en el estadio cubierto de Atlanta con la consolidación de un espacio multisectorial que se juramentó de aquí en más revertir el rumbo político y económico que encarna el gobierno de Cambiemos, mediante la presentación de un programa de concertación político, económico y social, pero que además fijó un plan de lucha contra el "ajuste salvaje" por el que sindican al presidente Mauricio Macri. Sin medias tintas, buscan darle un knock out.

Moyano cerró anoche el primer congreso de la Multisectorial 21F, bautizado así por la multitudinaria marcha que en febrero le plantó bandera al programa de reformas de la Casa Rosada con una multitud en la 9 de Julio. De aquel acto participaron los gremios de la Corriente Federal de la CGT, las CTA de Pablo Micheli y Hugo Yasky, y buena parte de los movimientos sociales. De allí a esta parte, faltaron a la cita del club de Villa Crespo los referentes de los trabajadores de la economía informal.

El camionero habló al cierre de una asamblea que estableció un programa de acciones en las calles, que se iniciará en septiembre, apenas el Gobierno remita a la Cámara de Diputados el proyecto del Presupuesto 2019, al que señalaron como "el instrumento del ajuste del FMI". Fogoneados por Gustavo Vera, titular de La Alameda e íntimo amigo del Papa, también se juramentaron "combatir" cualquier intento de reforma laboral y dar respaldo en la calle a todo sindicato que sufra "persecución mediática, judicial o económica".

Ya hacia fin de año, y en coincidencia de la Cumbre del G20, prevista para el 30 de noviembre y 1° de diciembre, el gremialismo contestatario llamó a una gran movilización "al igual que se hizo con el ALCA", cuando George W. Bush visitó Mar del Plata, en 2005. Con el anuncio, diciembre irremediablemente empezará con un alto tono de crispación.

"Hay que estar en la calle para frenar al Gobierno de este presidente que obedece las órdenes del FMI", bramó el camionero, desde un atril dispuesto especialmente para él, y desde el que atacó una y otra vez al oficialismo, al que también responsabilizó por incitar una persecución judicial en su contra, en la causa que lleva el fiscal adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, por una presunta asociación ilícita en el club Independiente, y por "castigar" a los gremios combativos. "Nos quieren sacar más de $ 1000 millones al sindicato, porque quebramos la pauta salarial del 15%", se justificó Moyano. El camionero también se solidarizó con el gremio docente bonaerense, Suteba, de Roberto Baradel, y con los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba, que resisten que la empresa energética EPEC modifique el convenio colectivo de trabajo.

Moyano se despidió con una ironía hacia Macri. "A veces pienso en De la Rúa, y lo considero un estadista al lado de éste Presidente".