El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, afirmó esta tarde que no es su idea renunciar al cargo que ocupa, a raíz de la violenta represión de ayer de la Policía Metropolitana en el Hospital Borda, y dijo que sólo lo hará "si lo pide" el jefe de Gobierno, Mauricio Macri.
El funcionario lo expresó durante la sesión de interpelación a la que fue sometido en la Legislatura porteña, donde los diputados de la oposición exigieron su renuncia por considerarlo responsable de la violenta represión de ayer en el Hospital Borda.
En una sesión que comenzó poco después de las 11 las fuerzas de la oposición exhortaron al funcionario a abandonar su cargo como consecuencia del violento accionar represivo de la Policía Metropolitana, que causó unos 50 heridos, incluyendo médicos, pacientes, gremialistas y periodistas.
"Agradezco que lo hayan pedido en forma unánime, es una de las primeras veces que se ponen de acuerdo, pero no es mi idea renunciar. Mi designación fue hecha por el jefe de Gobierno y ni él me ha pedido la renuncia, ni yo considero que sea necesario", afirmó ante los diputados.
El funcionario, al tomar la palabra al inicio de la sesión, llamó a "tener una clara autocrítica del procedimiento" de la Policía Metropolitana "para que este tipo de situación no se repita".
"En algún punto, la violencia de ayer debíamos haberla tenido que tratar de otra manera", admitió y dijo que "este tipo de agresión no fue manejada por la Metropolitana", no obstante aclaró que si "algún agente no cumplió con el protocolo, va a ser investigado y sancionado como corresponde".
El funcionario señaló que "preocupa cómo se fue organizando el nivel de violencia" en el hospital Borda y la actuación de "grupos de violentos encapuchados que tiraban piedras y estaban con gomeras".
Y, apuntó que mostraron "la misma forma de accionar en la sala Alberdi y en el parque Centenario", tras lo cual lamentó que para una obra de construcción "haya que llevar 200 policías, por algo que había sido consensuado por una ley de la Legislatura".