

Los socios de Cambiemos mantienen por estas horas diferencias sobre la estrategia a seguir, de cara a las PASO. Los precandidatos presidenciales Mauricio Macri y Elisa Carrió se reunieron ayer con el objetivo de combinar alguna actividad de campaña conjunta antes del 9 agosto e incluso presionar para que el Frente Cambiemos tenga un búnker común. En cambio, el otro candidato de la alianza, el radical Ernesto Sanz, optó por marcar distancia: no fue al almuerzo realizado en la casa de la líder de la Coalición Cívica y hoy se mostrará con el flamante adversario del PRO, Martín Lousteau.
Carrió recibió a Macri en su casa de Recoleta. La buena sintonía entre ambos se vio también el martes por la noche cuando coincidieron en el programa Hora Clave. Ante la pregunta sobre si le ofrecería un ministerio a Carrió en caso de ser elegido, Macri respondió que "con ella ya hablamos de todo, mucho más de lo que imaginás". Por la respuesta, Lilita no pudo contener la sonrisa.
Más allá de los guiños entre ambos, en la mesa ayer faltó Sanz. En el radicalismo, algunos reconocían que estaban invitados, mientras que otros lo negaron ya que su estrategia es diferenciarse. "No vamos a sacarnos una foto con Macri ni Carrió hasta el 9 de agosto", aseguran en la UCR. El precandidato a diputado por San Luis, Walter Ceballos, y el dirigente radical, Facundo Suárez Lastra, publicaron en Twitter que "la mejor foto" de Cambiemos "sería en un debate".
Por el contrario, Sanz ayer siguió diferenciándose de Macri. Luego de que se viralizara un video en donde el diputado del PRO, Federico Sturzenegger, revela durante una charla en una Universidad que Jaime Durán Barba le recomendó no hacer propuestas ni explicar nada en campaña, el radical dijo que su partido "tiene debate, y no gurúes".
Hoy quiere tomar más distancia, cuando recorra Rosario junto al ex candidato a jefe de Gobierno porteño, Martín Lousteau, quien por tres puntos no le arrebató la Ciudad al PRO.
Estas actitudes no caen bien dentro de Cambiemos. Desde la Coalición Cívica de Carrió lo resumieron así: "Nuestro enemigo no es Macri, es el kirchnerismo. Parece que los radicales quieren seguir jugando a la internita".
Ahora bien, los tres espacios de Cambiemos están de acuerdo en la foto, junto al ganador de las PASO, el mismo 9 de agosto.
En tanto, mientras Sanz recorre Rosario, Carrió se quedará en Buenos Aires y el domingo viajará a Bahía Blanca, Azul y Mar del Plata.
Por su parte, Macri hoy se alejará del Conurbano, adonde estuvo inmerso toda la semana. El líder del PRO se mostrará con su candidato a gobernador en La Pampa, Carlos Mac Allister, y en Mendoza apuntará al electorado de Sanz al mostrarse con dos radicales como el gobernador electo Alfredo Cornejo y el ex vicepresidente Julio Cobos.
Después del interior, regresará a Buenos Aires para encabezar actos con su candidata a gobernadora María Eugenia Vidal. El viernes estará en Junín, donde gobierna Mario Meoni (Frente Renovador), el sábado en Lanús y el domingo en Escobar.
En el tramo final de su campaña, Macri busca recorrer las zonas bonaerenses donde "Massa (Sergio, precandidato a presidente) cayó en las encuestas". "Ahí crecemos nosotros", afirma el presidente de la Fundación Pensar, Francisco Cabrera (PRO). Cerca de Macri agregan que de acá al 9 de agosto debatirán sólo con Daniel Scioli (FpV) en busca de polarizar la elección y dejar afuera a Massa.













