La actividad económica todavía a distintas velocidades, a pesar del salto del 7,7% de abril, muestra algunas luces amarillas a las que el sector privado le presta atención. Una de ellas fue la morosidad en los pagos de créditos y tarjetas de las personas, algo que se traduce, aunque de manera más tenue, a las pymes.

Para el período mayo-julio, el sector comercial se maneja con cautela. Según la encuesta del INDEC a gerentes de supermercados, apenas el 21,9% anticipa una mejora en las ventas, mientras que el 78,1% proyecta que la situación se mantendrá sin cambios o incluso podría deteriorarse, indicaron desde Industriales Pymes Argentinos (IPA).

"Esta percepción dominante evidencia que, más allá de los últimos repuntes estadísticos, el consumo no logra consolidarse como motor de la recuperación y las expectativas de una mejora permanecen mayoritariamente escépticas o negativas", subrayaron.

Es en este marco que tanto las cámaras que nuclean pequeñas empresas como los bancos o entidades financieras no plantean alarmas por la morosidad, pero sí anticipan una tendencia creciente que tienen en observación. Es que, en parte, la morosidad no había sido un problema en los últimos años, en parte por la licuación que implicaba la inflación.

Cabe destacar que, en el sentido contrario, las irregularidades en las garantías, créditos hipotecarios y prendarios cayeron.

Una entidad bancaria que pidió no ser mencionada explicó que la cantidad de cuentas en condiciones de irregularidad pasaron de ser el 0,30% al 0,64%. "Niveles bajos de mora, pero con tendencia creciente", indican sobre una variable que supervisan ahora con más atención.

Un banco con fuerte presencia en el entramado empresarial relativizó que se trate de una tendencia y sostuvo que tuvieron casos puntuales de morosidad en empresas que "dado el contexto de tasas reales positivas y un exceso de deuda, comenzaron a tener problemas".

Ricardo Gerk, head de Banca Comercial de Comafi, sostuvo que observan, aunque no con preocupación, una tendencia al alza en los impagos: "Venimos de años de mucha liquidez, mucha línea ociosa, y ahí la inflación licuaba la tasa y tapaba ineficiencias. Hoy si una empresa toma plata a una tasa alta y no puede trasladar a precios porque no hay inflación, es un costo para él".

Desde las pymes, indican que muchas están vinculadas a los ingresos y el consumo. "La tendencia depende de cómo evolucione el ingreso y el consumo. Las pymes viven del consumo y las familias del ingreso. Si la economía real se deteriora, la morosidad va a seguir aumentando", explicó Federico Vacarezza, del Observatorio de IPA.

Al respecto, indica los datos publicados por el Banco Central que reflejan un aumento de la morosidad en el segmento de las empresas del 0,9% en marzo, 0,2 puntos más que en septiembre, aunque en línea con los mínimos históricos.

El desempeño en los últimos seis meses fue heterogéneo entre los sectores: la irregularidad de la construcción, la producción primaria y los servicios se redujo, mientras que en la industria y en el comercio aumentó. Un dato que agregan desde IPA es el aumento de los cheques rechazados

La diferencia entre los sectores es algo que replican las cámaras. Desde el sector metalúrgico indicaron que detectaron que se alargan los plazos y que lo registran como una problemática creciente, aunque aún no registran una suba preocupante de la morosidad. La caída de la actividad, esta última en el 45%, genera expectativa para evolución de las otras variables.

En el mismo sentido, Gerk subrayó que la dinámica de las pymes hoy en día está más vinculada al sector en el que se desempeñan: "Hay muchas en sectores pujantes, como oil & gas, o agro, que pudo tener algunos problemas, pero ahí las pymes se están moviendo mucho. Hay otras que sus productos se están sustituyendo por importaciones, que pueden estar un poco más complicadas. Pero en términos generales va levantando, en especial a nivel de crédito".

Si bien aún no se encuentra en un terreno preocupante, Martín Kalos, director de Epyca Consultores, explicó por qué amerita prestarle atención al indicador.

"Hay muchas pymes que no están llegando porque el consumo masivo no recuperó y no mejoran los ingresos de las familias. Muchas pymes, la primera fuente a la que suelen recurrir es no pagar obligaciones tributarias, porque la posibilidad de que genere problemas es menor. Al banco no queres dejar de pagarle, lo mismo pasa con los servicios", detalló.

Sin embargo, "cuando ya no alcanza con financiarse con posponer pagos de impuestos, la empresa también deja de pagar sus compromisos financieros".