El panorama económico que el economista Lucas Llach prevé que la Argentina tiene por delante podría describirse como moderadamente pesimista… o moderadamente optimista, según quien lo mire: cree que, en economía, el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner va a terminar “entre mediocre y mal”, pero, también, que “la recesión no va a ser tan fuerte” como prevén otros analistas.
“Mucho del componente recesivo que pudo haber tuvo que ver con la incertidumbre de los días álgidos de enero, la devaluación y que parecía que se iba todo al diablo”, apuntó anoche Llach en El Cronista TV, por América 24. Pero sostuvo que eso cambió con la “sensación de estabilización cambiaria” de las últimas semanas: “Eso en la Argentina hace que la gente se sienta un poco más confiada también para gastar sus dólares. Si pensás que el dólar se va a 20, no te los gastas, sino, quizás renovás el baño”.
“Por eso creo que la recesión no va a ser tan fuerte”, explicó y enfatizó: “Y porque Axel hizo muchas cosas bien, muchas cosas que muchos pensaban que eran necesarias”.
Entre esos puntos, enumeró: “Acuerdo con Repsol, decir la verdad o algo pareció con el INDEC, cupón PBI, cierto ajuste de las tarifas públicas, devaluación, la idea de que vamos a conseguir financiamiento afuera para las reservas del Central”.
“Vas sumando y son muchas cosas que el sentido común de los economistas pedía”, insistió, aunque también apuntó que “quedan problemas muy graves en la economía”.
Sobre el rumbo económico del país durante los últimos años, dijo que “si uno agarra los dos mandatos de Cristina, hay seis años mediocres, creciendo poco, y dos razonables que son 2010 y 2011”.
“Seguramente este y 2015 sean años flojos en el nivel de actividad, y con una inflación alta y posiblemente creciente (…) Argentina vivió mucho tiempo con veintipico y estamos entrando en treinta y pico”, advirtió.