Dos gobernadores críticos del presidente Javier Milei disertaron en el Coloquio de IDEA que se lleva a cabo en el Hotel Sheraton de Mar del Plata frente a una sala llena de empresarios: el chubutense Ignacio Torres y el cordobés Martín Llaryora aseguraron que apoyarán la reforma fiscal que el Gobierno busca impulsar luego del recambio legislativo, aunque no sin asegurarse que sea "federal".
Ambos mandatarios provinciales abordaron temas sobre la macroeconomía, las economías regionales y el desarrollo productivo en el panel denominado "La Visión de los Gobernadores", la primera tanda de gobernadores que desembarcó en la 61° edición del evento y además integrantes del partido "Provincias Unidas", el cual aseguran que se consolidará como la tercera fuerza que rompa con la grieta entre La Libertad Avanza y el kirchnerismo.
Pese a los cuestionamientos hacia la gestión libertaria, especialmente de parte del mandatario cordobés, ambos gobernadores se mostraron en sintonía con la intención de avanzar hacia el paquete de reformas estructurales que el ministro de Economía, Luis Caputo, también resaltó en su intervención virtual en el Coloquio desde los Estados Unidos.
"El riesgo país es porque si a este Gobierno le va mal vuelve lo peor de Argentina", consideró el líder patagónico. En ese sentido, defendió la necesidad de mantener el equilibrio fiscal -"no hay que discutirlo más"- y llamó a colaborar para eliminar la presión tributaria: "Cuando pide Toto Caputo hacer patria y bajar impuestos, hagámoslo juntos", agitó Torres.
"El gran problema de Argentina es que siempre que hemos tenido una crisis económica se crea un impuesto nuevo, que supuestamente es transitorio y luego queda, como por ejemplo el Impuesto al Cheque y un sin número de casos en los últimos 30 años", consideró.
El gobernador también remarcó que los tributos que deberían ser coparticipables mutaron a las llamadas Asignaciones Específicas y, consecuentemente, la masa coparticipable federal se redujo. "La suplicación tributaria tiene que venir de la mano de sincerarnos entre todos y de salir de una matriz fiscal regresiva y extorsión, yendo hacia una que, justamente le quite el pie de encima a la producción y al trabajo", dijo.
Y agregó: "Hay una vocación reformista por parte del Gobierno en términos fiscales, pero las provincias tienen que ser parte. La reforma fiscal tiene que ser hecha minuciosamente y a la conciencia".
Por su parte, Llaryora si bien coincidió con su par sobre la necesidad de avanzar sobre una reforma fiscal, puso fue más crítico con el Gobierno Nacional sobre la distribución de los recursos. "Cada uno debe recaudar para sostener las funciones que la jurisdicción preste. En Córdoba la industria no paga Ingresos Brutos. La discusión tributaria tiene que ser federal: ponemos muchos más recursos que los que la Nación nos devuelve", criticó.
En esa línea, además, volvió sobre el reclamo de la obra pública. "La Nación percibe impuestos para realizar infraestructura y no la ejecuta", lanzó. No se le pasó tampoco criticar que el plan económico del Presidente "no llegó a las elecciones" y, por ende, depende del salvataje del líder norteamericano Donald Trump para sobrellevarlo.
"Estamos a tiempo de evitar otra frustración en la Argentina", planteó el cordobés, quien apuesta a que su espacio político pise la Casa Rosada en el 2027. "Lo mejor que le puede pasar al país hoy es una alternativa que profese cimientos para ir hacia una Argentina normal. Es un espacio de sensatez y sentido común", agregó.
Los aplausos del Círculo Rojo fueron moderados.